53- CUANDO ERA NIÑO (2da PARTE)
Una amiga me pidió que le
contara cuando yo era niño…le respondí con este escrito.
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(2da.
Parte)
Cuando era niño quería ser grande,
proyectaba todos mis sueños para ese
entonces.
Construía todos los escenarios con gran
facilidad.
Veía la vida con mucha esperanza y
alegría…
…esa vida la sentía como algo distinto de
mí… y con ella jugaba.
El tiempo lo percibía muy lentamente y
eso me inquietaba,
tenía que esperar mucho para que los
anhelos llegaran.
Veía a los mayores como poderosos gigantes…que
sabían de todo.
Soñaba y soñaba, grandes logros, que mi
imaginación producía,
todo, en un segundo, con gran facilidad
lo arreglaba.
Cuando era niño, de la fantasía, mucho
disfrutaba,
siempre concebía cosas, que luego en una
realidad la convertía.
En las mañanas me ocupaba en ordenar al
mundo que creaba.
A mis amigos los veía como soldaditos que
se entrenaban, en un ascenso,
cada quien se esmeraba en perfeccionar su
libreto vital
como si estuvieran ensayando el devenir
de sus futuras vidas,
encarnando con mucha seriedad y calor sus
incipientes personajes.
Ignoraban que sus tiernos ensayos,
influirían luego en su madurez.
Con el correr del tiempo fueron cambiando
sus aspiraciones y deseos.
como si hicieran pequeños ajustes a los
primerizos actos teatrales,
por eso se vanagloriaban que ya eran
grandes…
…creían y actuaban como grandes de
verdad.
Eso originaba que se presentaran
discordias y leves luchas,
cuando los grandes los excluían.
Cuando fueron grandes de verdad,
surgieron muchos problemas entre ellos…
…problemas y dificultades que antes nunca
pensaron.
Sobresalía, el inmenso deseo de regresar
a niño, otra vez.
Con insistencia anhelaban la nobleza y
pureza de aquellos tiempos:
“la pasión por jugar”, “la
alegría”, el NIÑO palpitante
dentro de ellos.
Mucho de ellos tampoco se entendían entre
sí
y con frecuencia discutían y se
enfrentaban…
…en la infancia habían aprendido a REÑIR
para hacerse notar
La envidia y la competencia se instaló en
ellos
Y sin advertirlo los separó de sus sueños…
y los dominaba por completo.
En mis amigos, en sus rostros, encontraba
a sus NIÑOS perdidos,
…a sus sueños abandonados
…y a su antiguo teatro de ensayo, ¡hoy
vacío!
…con una voz melancólica se filtraban
anhelos perdidos,
sonrisas muertas o apagadas y
transformadas en muecas,
un mundo de fantasía extinto, parecerían
que eran otros…
que no querían, ahora, continuar con la
vida de grandes de verdad.
El NIÑO
que antes, con fuego latía en ellos, se había apagado,
habían claudicado, su alegría se había enmudecido.
Una careta, con cicatrices de angustia,
cubría su rostro.
La energía con que caminaba se había
reducido.
La vitalidad que brotaba en ellos estaba
mermada.
Me preocupaba que el mundo, de cuando
éramos niños…
…en mí aún permanecía, con sus sueños más
vibrantes y eufóricos
y eso comenzaba a separarme de
ellos. ¡ Con mucho dolor lo entendía!
pero para mí, esos sueños cada vez más
significado tenían.
Como si dos personas vivieran dentro de
mí.
Crecían la imaginación, la creatividad y
la alegría de vivir.
Cada vez más me enamoraba de la vida,
era con eso que superaba todos los males
que me ocurrían.
Hoy al ser grande, sigo teniendo mi NIÑO
Mucha penuria con dolor me toca enfrentar
al ver que EL NIÑO de mis amigos se esfumó y desapareció
y percatarme que por el brillo de sus
ojos ya no se asoma su NIÑO.
Me preguntaba siempre ¿por qué
abandonaron la alegría de vivir?
¡Esa era y es el gran valor de saber
vivir!
¡de conservar esa alegría durante toda la
vida!
¡y de saberla compartir!
Hoy, cuando soy grande, encuentro en sus
caras, a ese NIÑO perdido,
lloro en silencio, al percibir la mueca
que exhiben, ¡que no se interpretar!
Como si estuvieran encarnando un
personaje que no conozco,
de un mundo que no quisiera vivirlo.
Con intimidad y cercanía le imploro ¡Retomen a su Niño!
Es lo único valioso que tienen ¡vívanlo
otra vez!
Hoy me he quedado solo, siendo un niño
grande…
pero dentro de mí, habita y vive un NIÑO pequeño…
y anda buscando al tuyo…para compartir
con él, mi alegría de vivir,
la fantasía, la imaginación y la
creatividad.
Y sobre todo, para saber compartir…
Ese difícil juego de saber pensar…
…de saber pensar, amar y disfrutar al
saber sentir.
05/04/1976
Jesús
Riquelme
La
respuesta de Cuando era Niño