207 - LA ENSEÑANZA – APRENDIZAJE CUARTA PARTE Ensayo N° 72

 

LA ENSEÑANZA – APRENDIZAJE

CUARTA PARTE

Ensayo N° 72

 

La enseñanza – aprendizaje,

tiene oculta,

su gran madre protectora,

¡la estimulación y la motivación!

Sin ella no nacería, ni surgiría:

La enseñanza – aprendizaje.

 

Ella contiene todos los recursos del SER,

Al momento de nacer:

¡Sus condiciones genéticas!

Por eso es indispensable,

Que siempre vayan acompañadas juntas.

 

La forma de mirar,

su intensidad y su emoción,

son profundos estimuladores y motivadores,

conjuntamente con el tono y timbre voz,

y con el aporte del “cómo se da” y “de qué manera”.

 

Cuando el SER humano,

 es tocado con ese DON:

“de saber  transmitir ese algo”

debe ir acompañado,

de la enseñanza – aprendizaje.

 

también debe ir asociado y conducido,

con saber amar a la humanidad,

y orientado, oportunamente,

cuando se ejerce:

ese DON,

enseñanza – aprendizaje

debe estar libre de prejuicios y discriminaciones,

precisamente en ese momento que se está enseñando y aprendiendo.

  

Cuando todo se junta,

y van unidos a la enseñanza – aprendizaje,

se aumentan grandemente,

 las conexiones neuronales del cerebro,

y se restablece el auto estima.

 

De esta manera el SER humano inicia,

el paso a la mágica palabra:

¡vamos!

¡estoy dispuesto a cambiar!

 

Nunca debe protegerse excesivamente al SER,

solo lo necesario,

porque la excesiva protección,

hace dependiente al SER,

y evita que prospere,

 

La humanidad es hija del:

enseñanza – aprendizaje.

Todo su contenido mental…

¡todo!

Proviene de la,

enseñanza – aprendizaje.

 

Esa humanidad es dependiente de todas las historias,

mitos, cuentos, supersticiones…

a lo largo de su vida.

 

Entre las prioridades que debe tener:

 la enseñanza – aprendizaje,

es que,

el dolor es parte de la vida,

pero el sufrimiento es aprendido,

y que la ansiedad es producto,

del ruido mental,

mal aprendido.

 

Todo esto se reduce a las:

posiciones existenciales del SER,

donde las grabaciones mentales,

van ubicando al SER, en algunas de las:

cuatro hambres de la humanidad.

 

Los grandes profesores, fueron alumnos también,

y los alumnos serán grandes profesores,

pero todavía ellos no lo saben,

ambos deben tener la característica de humildad

deben saber enseñar,

por encima del saber.

 

La enseñanza – aprendizaje,

es un mecanismo abstracto,

vibrante y eternamente cambiante,

dinámico, creativo e imaginativo,

¡es el mejor arte conocido!




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