23-PANCHO….
PANCHO….
A mi hermano
mayor…
Todos hemos cometido
errores,
unos más que otros,
unos de una forma, otros
de otra.
Todos hemos obedecido a
reacciones impulsivas,
un tanto inconscientes,
gravadas en la tierna infancia,
casi en su totalidad
desconocidas,
sin saber su ley de
formación, su origen y su f’in,
pero, en lo que sí
encuadraríamos todos es que
podríamos estar envueltos
en la siguiente expresión:
“Sin saber
porqué, somos lo que no sabemos que”…
Hoy es otro tiempo,
estamos en otro lugar,
lo que vale es saber
conciliar y conciliarse con uno mismo.
Generaciones enteras nos
siguen, y de la nuestra,
un tanto agotada, nos
exigen y esperan de nosotros,
cambiar nuestra posición
existencial,
nuestra postura ante la
vida,
ampliando su contenido
para que quepan todos los seres,
nuestros amigos, los
indiferentes y nuestros enemigos;
los que daño nos hicieron
por no entendernos,
o por no tener las mismas
oportunidades que nosotros.
También es menester no
continuar haciéndonos daño nosotros mismos,
por el daño propiamente,
por el mal ejemplo que proyectamos,
por el papel desagradable
que encarnamos,
que no conduce a ningún resultado armonioso,
de paz y de reposo o
ejemplificante, que tanta falta nos hace
y que tanta falta les hace
a los que vienen detrás.
Hoy es hora de
reflexionar, cada quien en silencio.
Hoy es hora de amar y
amarse, dar y recibir afecto y
de creer en los seres
humanos.
Hoy es hora de señalar el
camino por donde hay que caminar
e indicarle a ellos donde
están los tropiezos
que nos impidieron a nosotros
armonizar y fomentar la unión.
Hoy es hora de unir, de
superar y de cubrir aquellas
diferencias
mal aprendidas, mal entendidas.
mal aprendidas, mal entendidas.
También es hora de
desprenderse de todas aquellas posturas
que entristecieron éste sutil y fugaz fluido
llamado vida.
Evoco y formulo mis votos
porque igual sea tu percepción.
JESÚS RIQUELME
29/03/97.