240 - CONCILIACIÓN ENTRE DIOS Y EL DIABLO Sexta parte
CONCILIACIÓN ENTRE
DIOS Y EL DIABLO
Cuento-reflexión-y ensayo N°95
Sexta parte
Después de una interminable reflexión…
cavilando profunda y ampliamente…
¡continuamente!
¡sin
detenerse un solo instante!
¡durante un prolongado tiempo!
en el cual recordaba y meditaba,
con una marcada insistencia,
como una “fijación atormentadora”.
“Que los ángeles que estuvieron:
en el purgatorio y el limbo,
pagando condena,
tenían razón en todo”
Dios,
al estudiar minuciosamente su argumentación,
se sintió desconcertado…y desbaratado…
al convencerse y percatarse, que
el ideal de Dios,
se desplomaba y se desvanecía aceleradamente,
dejando todo sin sentido,
y más aún,
lo sacudió sorprendentemente,
la humildad y la sencillez,
con que le hablaban, y lo trataban de ayudar…
a pesar de todo lo que tuvieron que sufrir,
mientras estaban en purgatorio
y en el limbo.
Dios,
repetía incesantemente,
dentro de su mente,
con un estribillo aturdidor,
“me dieron un ejemplo magistral”
Por eso Dios,
decidió hacer,
una reunión urgente,
convocándola de inmediato y anuncia:
“solicito y necesito urgentemente una reunión
privativada a puertas cerradas,
con el Diablo”
Los ángeles enseguida
aprueban,
por la gran responsabilidad que tienen en la:
conciliación entre
Dios y el Diablo.
Sorpresivamente algunos ángeles,
le solicitan a Dios,
hablar antes,
en vista de que:
en la última reunión no pudieron expresarse.
Prometieron sintetizar y simplificar su intervención,
hablando breve,
para darle cabida urgente a:
la reunión de Dios con el Diablo,
y así ocurrió.
Los ángeles manifiestan que
lo que ellos expondrán,
ayudará enormemente a Dios,
en la reunión que tendrá con el Diablo.
Todo esto les ocurrió a los humanos…
¡por haber creado!
ese gran símbolo o ídolo de
Dios,
los humanos no supieron lo que habían hecho,
ni midieron las consecuencias, al
adjudicarle:
todas las virtudes y defectos humanos,
a ese ídolo creado.
Todo ocurrió,
por la urgente y perentoria necesidad,
de la falta de saber,
eso propende,
a continuas equivocaciones…
y por la soledad y el gran silencio,
en que se encontraban,
y porque le endilgaron sus necesidades perentorias a Dios:
quien tenía que resolverle todo.
Solicitan el derecho de palabra,
cuatro ángeles al mismo tiempo,
y ya tenían el orden de intervención,
el primer ángel, dice:
no existe ningún resentimiento…
por todo lo que nos ocurrió en la tierra,
pero quiero decirle que yo,
pelié en las guerras santas,
recibí la bendición de Dios,
de su representante en la tierra,
el Papa,
quien me roció con agua bendita,
y me ofreció y convenció, que todos los que fuéramos,
a desalojar a los infieles,
de las tierras santas,
quedábamos perdonados de todos los pecados,
y teníamos asegurados el paraíso celestial.
Yo morí en una de esas
batallas…
y maté a muchos infieles por orden de Dios…
y ahora nos encontramos, muchos de nosotros,
¡y yo!
¡que todo eso no vale nada!
¡era mentira!
una ficción humana sostenida…
perdí mi vida en la tierra…
abandoné a mi mujer y a mis hijos,
¡los dejé a la intemperie!
sin alimentos ni protección.
El ángel numero dos dice:
yo fui Galileo Galilei,
cuando estuve en la tierra,
perdí toda mi vida estudiando,
para ayudar a superar,
al saber de aquel entonces…
luché desesperadamente contra:
Sacerdotes de aquel entonces,
para convencerlos y sacarlos de su error,
que aseguraban:
“que la tierra era el centro del universo”
“y que todo
rotaba alrededor de ella”
y por eso:
me torturaron y proscribieron,
¡me encarcelaron para toda la vida…!
¡así me pagó Dios!
¡nada de lo que me prometieron fue verdad!
El tercer ángel dice:
yo fui Juana de Arco,
luché desesperadamente para liberar a Francia:
¡de los
invasores ingleses…!
le puse todo el amor y la energía que tenía,
para enseñar a los franceses,
a defender su país,
me apresaron y me acusaron de estar:
¡poseída por el Diablo!
y después me torturaron…
y finalmente me quemaron viva en
la hoguera.
El cuarto ángel dice:
yo estuve aferrado y maniático de
la religión,
vivía todo el tiempo en un convento de clausura,
abandone mi familia y mi vida,
rezando todo el día y la noche,
para ganarme el paraíso celestial,
y ahora resulta que:
¡nada es verdad!
me engañaron como un niño inocente,
¡perdí mi vida!
se la dediqué a Dios…
¡y ahora resulta que todo es mentira!
Dios interviene haciendo
señas,
que necesitaba hablar…
todos guardaron silencio…
y con el silencio aprobaron,
el derecho de palabra de Dios,
y dice:
muy despacio, desconcertado y lánguido,
sintiéndose desacreditado y confundido con lo inesperado,
con una desolación que lo abatía,
acorralado y desesperado.
Yo les pedí,
una reunión urgente con el Diablo,
a puertas cerradas,
¡yo sé y comprendo cómo se sienten ustedes!
¡yo estoy lo mismo!
¡peor que ustedes!
¡todos fuimos víctimas del mismo mal!
¡todos!
por la causa que
fuere,
fuimos engañados.
Permítanme realizar la reunión con el:
Diablo,
y los convocaré posteriormente,
para informarle la decisión.
Casi sin poder soportar,
el gran peso que sobre sus hombros cargaba,
¡apenas podía dar medios pasos para andar!
se escuchó,
nos volveremos a ver
se los prometo.
Continua
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CONCILIACIÓN ENTRE DIOS Y EL DIABLO Cuento-reflexión-y ensayo N°95 Sexta parte Jesus Riquelme Senra jesusriquelmesenra@gmail.com |
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