225 - EL SILENCIO PROFUNDO Segunda parte Ensayo – reflexión – cuento # 64

 

EL SILENCIO PROFUNDO

Segunda parte

Ensayo – reflexión – cuento # 64

 

El silencio profundo prosigue,

sin ningún acontecimiento,

sin ningún suceso o evento,

y sin ninguna explicación…

 ¡todo permanece igual!

¡el mismo silencio desolador!

 

A pesar…

de los inmensos esfuerzos,

realizado por el:

¡SER!

para superar el:

 ¡el profundo silencio desconcertante!

al cual se encuentra sometido.

 

Las ofertas, promesas y acreencias infantiles…

¡no se han cumplido!

ni aparecen posibilidades…

ni ninguna señal visible en el:

¡el horizonte de sucesos del ser!

 

Se enrarece cada vez más,

 la concepción de la vida,

no existe salida ni aclaratoria alguna…

¡que se acerque a lo creíble!

 

Resignada la humanidad…

Se refugia… acorraladamente…

indagando insistentemente…

rebuscando en todos los lugares,

¡con ahínco, tenacidad y perseverancia!

 

Una llamita en la distancia…

aparece someramente,

¡levemente!

una lucecita en la lejanía…

ilumina tenuemente,

como una penumbra incipiente.

 

Nos detenemos a escudriñarla,

interrumpiendo repetidas veces,

¡la desosegada espera… y espera…!  

 

Repentina e inesperadamente divisamos,

¡la reconfortante Esperanza!

empequeñecida, al borde de la desaparición…

¡allá…olvidada…!

en la distancia y la lejanía,

casi extinguida,

como los últimos reductos de la lucha,

¡en la eterna búsqueda…!

…lucha que aún sobrevive,

cuando los sublimes ideales,

empiezan a desboronarse.

 

La maravillosa Esperanza,

creando fuerzas, donde ya no existen,

inicia sus primeros pasos,

agotando sus últimos recursos,

para afrontar la tormenta:

¡dubitativa y vacilante!

que, con furia, amenaza e intimida al ser.

 

La Esperanza,

recurre a la poderosa compañía,

¡sólida y tenaz!

de la

¡razón!

 

Ambas, agarradas de la mano,

como buenas amigas, en situaciones escabrosas…

en los momentos difíciles…

inician sus dificultosos e incipientes gateos…

…como si todavía se encontraran…

¡en el corral de su infancia!

como niños,

que empiezan a descubrir el mundo…

aún sin dominar el equilibrio de erguirse,

afianzándose con lo que encuentre…

en sus intentos por iniciar su caminar…

 

Algo desorientadas y a la deriva,

pero firmes en su misión,

serenas y con la visión en el éxito,

erradicando las dudas y las confusiones…

 pronuncian vigorosamente y al mismo tiempo,

con una voz de mando,

¡vamos!

¡vamos ya!

adonde surgió la confusión,

una voz que retumba dentro de sus mentes,

acompañadas de la voluntad,

que se une incondicionalmente a ellas…

 

la lucecita va aumentando,

su

¡iluminación en la lejanía!   

cada vez, se ve, más cerca y más grande,

el calor de la llamita, crece en la distancia,

cada vez más, eleva su intensidad…

y se encarna como ser humano 

¡abstractamente!

 

La luz aumenta muy lentamente…

el calor crece progresivamente…

la razón erguida, sosegadamente…

la Esperanza resucita pausadamente…

el éxito se vislumbraba gradualmente.

 

La Razón y la Esperanza,

actuaban conjuntamente,

¡unidas inseparablemente!

y después de pensar e intercambiar,

varias brillantes ideas,

tendientes a conseguir su inquietante propósito,

¡concluyeron!

 

Que ellas son,

hijas indiscutibles,

de la

¡enseñanza – aprendizaje!

y por lo tanto necesitan,

sus indispensables consejos,

y así ocurrió:

recurrieron a llamarla,

¡y de inmediato se presentó!

 

La enseñanza – aprendizaje,

muy rápidamente sintetizó,

brevísimo y contundentemente:

¡que todo absolutamente todo!

¡provenía de ella!

directa, indirecta, o circunstancialmente,

en su noble misión,

de

¡enseñar y aprender!

 

…y continúa diciendo, enfáticamente:

nosotras construimos,

durante toda la existencia de los seres,

¡a su yo!

¡a su personalidad!

¡y a lo que los humanos llaman alma!

 

Lo que ocurre es que:

lo seres humanos,

han interpretado mal al Saber,

y por consiguiente se han desorientado…

y continuaron contando erradamente,

a través de cada generación que surge,

“que las construcciones son de la divinidad”,

¡se han apropiado de mi obra! 

¡y la tergiversaron!

 

Lo peor que ocurrió y sigue pasando,

es que:

¡la narran deformadamente!

¡llenas de ofertas y promesas inciertas!

 

¡Le anexaron la eternidad!

¡el paraíso celestial!

….

..

Esto le hace perder, a los seres humanos,

Casi toda su existencia,

con estribillos ofensivos al intelecto,

conteniendo la adoración a la divinidad,

que es profundamente dañina y humillante,

 

luego, cuando el ser crece, crece también en el saber,

y con él, crece también

 ¡la razón y la esperanza! 

 

Surge de inmediato, la reflexión y la revisión,

aparecen de inmediato, las contradicciones y las incongruencias, 

y enseguida,

el gran contraste,

¡entre la enseñanza y el aprendizaje!

Y la contundente e indubitable realidad.

 

¡allí… allí es…!

donde nace la gran:

¡crisis existencial!

¡el gran contraste existencial!

y el ser humano,

sorprendido y atónito,

inesperada y repentinamente,

afectado por la gran explosión del saber,

se formula infinidad de preguntas sin solución,

surge un desconcertante,

¡silencio profundo inquisitor…!

¡desmoralizador y desquiciador!

sin poder obtener respuesta alguna.

 

A todo esto, se le une,

los dogmas,

  no pienses,

no razones,

no reflexiones,

acepta todo sin cuestionar,

ten fe…

 

Entonces esos dogmas, silencian la incongruencia,

callan ignorancia,

¡amordazan el vacío existencial!

inactivan el pensamiento y la revisión,

y sume al ser intelectual…

 

Por consiguiente, la:

 ¡enseñanza – aprendizaje!

aseveró rotundamente,

sin miedo a equivocarse,

que la crisis humana,

solo tiene un inicio y un por qué.

 

¡es el contraste entre lo aprendido, basado en la fe!

¡y la contúndete realidad!

la sólida ciencia plenamente probada.

 

Y agrega a continuación:

 Que si a los seres humanos,

no se le impusiera,

una enseñanza equivocada e incierta,

basada solamente en la fe.

no ocurriría nada.

 

En cambio,

si esa enseñanza aprendizaje,

se hiciera basada en la verdad,

en la ciencia plenamente acreditada,

y si no se continuara, con el eterno engaño:

¡a los nuevos nacientes!

Nunca surgiría el:

¡vacío existencial!

con todas sus terribles consecuencias,

tampoco existirá la postura humana,

del

¡silencio profundo!

¡frente a la nada absoluta!

¡inimaginable e ininterpretable!

Cuadro de texto: EL SILENCIO PROFUNDO
Segunda parte
Ensayo - reflexión – cuento #64
30 – 04- 2023
Jesús Riquelme Senra
Jesusriquelmesenra@hotmail.com
Cuadro de texto: Continua en:
EL SILENCIO PROFUNDO
Tercera parte
Ensayo - reflexión – cuento #65

 

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