257 - DIALOGO ENTRE EL SOÑADOR Y EL SUEÑO PRIMERA PARTE

 

DIALOGO ENTRE EL SOÑADOR Y EL SUEÑO

PRIMERA PARTE

CUENTO NO. 38

  

Un ser, muy preocupado en la vida,

por querer entender

                                                    ¿que son los sueños?,                                  

¡cómo se forman!

¡qué indican o cuál es su significado!,

ambulaba durante toda su existencia, obsesionado

¡en este tema!

¡tenía una inmodificable fijación!

 

Cansado de indagar en su interpretación,

en una incesante y continua búsqueda,

¡casi hipnotizado!,

sugestionado y temático,

había consumido y agotado gran parte de

¡su vivir!

 

Y cuando caminaba por el césped de un campo de Golf,

en un atardecer avanzado…

iniciándose el anochecer reflexionador,

se recostó sobre un montículo…

y rápidamente dormido quedó.

 

Mientras profundamente dormía…

¡se le aparecía!

un personaje multicolor,

que a veces se tornaba en multiformas…

y poseía una gran capacidad de transformación

¡en cualquier cosa!

 

Tenía un impresionante recurso de imaginar,

de moldear, de crear y modificar,

¡siempre dentro del sueño!

¡en un personaje abstracto!

¡o en cualquier cosa que se le ocurriera.!

En el sueño, los lugareños lo apodaban:

¡el mago!

 

también, mientras intensamente dormía

¡el soñador!

se acercó a ese mago, como lo apodaban,

quien vestía un traje muy elegante e impecable,

algo contenía, que resultaba muy llamativo,

¡impresionantemente reluciente!

 

Al mago le preguntó:

¿quién eres tú?

¿por qué estás vestido así?

¿vas a una fiesta?

 

El Mago respondió muy sonriente:

¡yo soy el sueño.!

Solo represento lo que tú quieras o desees…

¡este elegante traje me lo pusiste tú!

diseñado por tus grabaciones mentales…,

que ahora están al servicio del sueño.

 

Si tú quieres ir a una fiesta,

¡con soñarlo es suficiente!

te tendré que acompañar,

no me queda más remedio,

¡lo que tú quieras!

acuérdate que ahora estoy a tu merced,

¡dentro de tu soñar!

aquí todo es posible y todo se puede hacer…

depende solo de ti,

¡de que decidas soñarlo!

 

Responde el soñador:

no, no quiero ir a ninguna fiesta…

Prefiero conversar contigo.

Hace mucho tiempo que

¡esperaba este gran momento!

Estoy muy motivado en saber de ti,

¿por qué vistes así?

tan elegante y deslumbrante.

¿Eres de verdad un mago?

 

Te vuelvo a recordar,

que este vestido me lo pusiste tú…

…puedo convertirme en lo que tú aspires…

¡en tu amigo!

y si tú quieres, en el mejor de tus amigos.

¡Depende de ti!

y lo podré hacer de inmediato.

Solo necesitas que así lo sueñes,

yo lo materializaré en el sueño,

¡lo haré instantáneamente!

¡no importa la distancia, ni el lugar donde me lleves,

porque tú eres el dueño del sueño,

y yo tendré que ir donde tú vayas.!

 

Repentinamente, apresurado y velozmente…

ese mago, con una celeridad sorprendente y asombrosa,

ya se encontraba mutado increíblemente en un:

¡humilde y sencillo personaje!,

¡casi idéntico al soñador!

 

Esta transformación contenía

la intimidad espiritual entre los seres…,

… ese don, de poderse acercar ilimitadamente,

a lo más profundo de ellos, sin temor alguno.

¡cuando se desnudan espiritualmente!

¡abiertos al diálogo íntimo!,

¡sin protección alguna!

hondo y profundo, confiado y seguro,

como si estuviera hablando consigo mismo.

 

El acercamiento y la intimidad fue tanta…

que el soñador se sintió identificado con él,

¡el sueño, apodado el mago!

a tal extremo que le parecía y pensaba,

que era él mismo.

 

Tenía abierta su alma

sin protección alguna…

cosa que le permitió al soñador,

preguntarle al mago,

¿si tú eres el sueño?

 ¿por qué parece ser mi otro yo.?

Continúa el soñador, como si estuviera rememorando…

… Ahora, cuando te observo mutado,

disfrazado de un humilde ser,

recuerdo haber hablado contigo otras veces,

¡tengo una vaga reminiscencia!

¡me estás inspirando mucha confianza!

 

El Sueño le respondió:

Háblame siempre con confianza,

¡te diré en todo momento la verdad!

¡pero la verdad que tú buscas!

y que está prediseñada en tu mente,

¡que es distinta a cualquier otra verdad!

 

¡Tu verdad es la verdad de tus sueños,

¡la de tu guión de vida!

A veces, tu búsqueda es inconsciente,

puede aparecer diseminada en tus sueños,

haciéndomela escenificar a mí,

¡todas las veces que pretendas y decidas!

¡con sueños recurrentes!

¡con sueños que tú tampoco entiendes!

¡que no sabes, ni los puedes interpretar!

Esa verdad te acompañará durante toda tu vida,

como una eterna e incesante búsqueda

¡de tu intranquilo e inquieto yo!

Esa verdad podrás cambiarla, si quieres, pero antes,

debes haber comprendido plenamente que,

la búsqueda de esa verdad está dentro de tu guión de vida,

permanece oculta e inaccesible,

maneja y soporta la orientación de tu vida…

Si tú la cambias, harás que de inmediato,

 yo también la cambie.

Soy acomodaticio a tus requerimientos

porque tú eres el dueño de los sueños.

 

El Soñador le dice al Mago:

“por ahora, solo quiero saber”

¡quién eres tú!

¡y que te definas bien!

para poder comprenderte mejor.

 

¿Qué haces dentro de mi mente?
¿por qué apareces siempre actuando magistralmente?

¿por qué no permites detener los sueños, cuando me horrorizan.?

A veces tengo la sensación que también lo haces

¡en mi vigilia!

¡cuando tengo obsesiones!

te infiltras en ellas, imperceptiblemente,

y también en mi bullicio diario,

como si me invitaras a soñar despierto…

o me obligaras a hacerlo,

a través de ensueños.

Me activas la imaginación y la creatividad

¡de una manera sin igual…!

¡abriendo la fantasía de mi mente!

 

El Sueño le responde

completamente desnudo, espiritualmente,

 ilimitadamente abierto,

usando palabras convincentes:

 

¡Me definiré como tú me pides y usaré palabras muy sencillas¡

te contaré, cual es mi eterno trajín diario.

 

Yo intervengo, actúo y construyo,

todos los nacientes sueños tuyos,

los llenos de esperanzas,

tanto los pendientes no realizados,

como los nacientes por realizarse.

¡con todas las inquietudes, agradables y desagradables!,

los miedos y temores, las dudas y las ganas de vivir,

con sus promesas no cumplidas…

así como las extintas…

 

Iré despacio, por partes, pedagógicamente,

porque soy muy extenso, y formo o constituyo

¡tu verdadero yo!,

 almacenado en forma de sueños

y estoy eternamente preso de ti.

contengo mucha sabiduría…

pero, no puedo hablar contigo,

porque estamos en dos mundos distintos.

Yo estoy en el mundo onírico…

y tú estás en el mundo de vigilia.

¡son dos lenguajes distintos!

y tú me limitas el diálogo profundo.

Solo puedo hablar lo que tú me permites hacer desde tu mundo.

¡Tú mueves los personajes!

como lo haces en el mundo de vigilia,

¡y Yo estoy en el mundo onírico!

Estos dos lenguajes distintos impiden entendernos.

 

Algo esencial y principal hay que precisar

que todos los sueños tienen una base,

directa o indirectamente, apreciable y recordable,

¡con el saber!,

¡que es totalmente aprendido!

¡con todas sus grabaciones mentales!

¡inclusive, aquellas que el ser, no sepa, !

y están de cualquier forma,

¡en la mente del soñador!

fundamentalmente aquellas que

permanezcan dormidas o yazcan olvidadas,

o de las variantes que el ser,

subjetivamente las percibió e internalizó.

 

Todo esto constituye las bases,

 para que la imaginación y la creatividad actúen,

dentro del sueño,

las utilice, las mezcle, y las combine,

seccionándolas, o mutilando sus fragmentos y partes,

¡ayudados y regidos por la probabilidad!

 

Es impresionante, el cómo, esa aleatoriedad,

armada por el soñador, desintegra, y reúne

¡las partes o astillas de sueños anteriores,!

las arma y las aglutina, de manera distinta,

las reordena y las reconstruye, de otra forma,

¡que constituye un algo misterioso!

¡el sueño!

¡un personaje abstracto!

 

Por eso,

menos aún tu yo, es muy difícil de entender…

por todo lo complicado del rompecabezas de tu mente,

que hay que saberlo engranar y recomponer, para comprenderte,

y aún peor, si nos encontramos y estamos

¡en dos mundos distintos!

 

Se agrava la incomunicación cuando

¡tú me exiges!

¡que me disfrace y encarne…!

lo que

tu tremendo, inquieto, relativo y aprendido

¡yo!

¡desea y quiere!

¡por eso soy acomodaticio!

¡a tu misterioso sentir!

¡de tu mundo de vigilia!

y yo,

con mi magia onírica lo logro encarnar,

¡pero tú no lo entiendes cuando lo analizas desde tu mundo!

 

Aunque muchas veces te efervesces,

apasionándote y agitándote en

¡buscarlo con mucho frenesí, !

 entonces y al mismo tiempo,

el miedo que te produce, te limita a encontrarlo,

¡y te asustas terriblemente!

Entonces te propones abrir levemente la puerta,

de ese rinconcito tan escondido y encerrado,

¡de ese recóndito yo!

que lo tienes enterrado como si te avergonzaras.

Tiemblas porque no quieres que

¡que nadie lo conozca!

 

Pero rápidamente cierras la puerta de inmediato,

¡lo encubres más y más!

¡porque te horrorizas, !

ocultándolo lo mejor posible.

Lo tapas, aún más, para que nadie lo vea,

y te refugias en él, cada vez más intensamente,

lo más secretamente posible,

permaneciendo arrinconado en tu soledad.

 

Ese es un misterioso rinconcito

 donde no has querido ni podido entrar nunca;

por eso no lo conoces de verdad,

y probablemente pasarás toda tu vida

¡sin conocerlo como él es en verdad!

pero, lo cierto es que, te afectará, en tu vida diaria

¡inadvertidamente!

¡en ese bulliciosos escenario de vigilia!

 

En ese rinconcito donde tiene el ser humano,

almacenado a través del fluir de la vida

¡un cementerio de recuerdos!

¡Su yo onírico!

es como un cúmulo de actividades, vivencias,

pensamientos, imaginaciones, ideales…

que le crearon angustias, preocupaciones, miedos,

temores infundados y amenazas inducidas,

¡y grandes depresiones!

 

Todos generados por un mal

¡aprendizaje!

creados, inducidos, accidentalmente o no,

con un resultado y significado,

¡preocupante o perturbador!

que detiene, desvía y altera

¡el caminar del ser!

 

Esas ideas conflictivas, de conceptos no asimilados

o que estremecen notoriamente al ser,

¡lo hace temblar!

¡le sacude grandemente su guión de vida!

 

Todas esas ideas, se agrupan en subconjuntos de

desasosiegos, desvelos, intranquilidades, prejuicios,

tribulaciones, alarmas, y desórdenes con impaciencia,

afligiéndose con aprensiones y turbaciones y…

que, al ser invocadas o estimuladas

algunas de ellas, provoca y arrastra toda una cadena de:

¡ideas afines!

Almacenadas desordenadamente,

desde el punto de vista de la vigilia,

pero que en el mundo onírico tiene un perfecto

¡orden y jerarquía!

 

Las variables de almacenamiento son

¡totalmente distintas; !

unas en el mundo onírico,

y otras en el mundo de vigilia.

 

Recuerda amigo Soñador, dice el Sueño,

¡son dos lenguajes opuestos!

¡son dos mundos diferentes!

¡son dos idiomas disímiles!

¡donde uno es contradictorio con el otro!

¡con una desigualdad y disconformidad notoria!

discrepándose y enfrentándose discriminadamente.

Esto hace casi imposible, amigo soñador:

¡que lo puedas analizar e interpretar!

 

Además,

todos estos recuerdos, enterrados o no,

vivos u olvidados, conscientes o inconscientes,

son seleccionados y fragmentados

en partes y piezas sueltas,

convertidas, mezcladas y combinadas,

¡formando añicos!

¡como las palabras, !

¡que son añicos del pensamiento!

que está retenido, imborrablemente en la:

¡mente del soñador!

son invocados y traídos al sueño,

como ingredientes de ese mundo onírico,

seleccionados y ordenados aleatoriamente,

¡aparentemente desordenados!

pero ese desorden, tiene un orden

¡el sueño!

 

Aunque desde el punto de vista:

del observador en vigilia,

alejado del mundo onírico,

se aprecia desconcertadamente,

como un desbarajuste,

como una mezcolanza desorganizada,

un revoltijo anárquico e inentendible,

¡un completo y confuso caos!

¡imposible de interpretar!

 

En el mundo onírico, todos estos ingrediente,

han quedado guardados intensamente,

como monolíticos y entrecruzados,

solidificados y sedimentados,

¡como una sola pieza!

¡para el sueño!

 

Por eso son invocados inmediatamente que

cualquier asociación de ideas,

toque a uno de ellos,

aunque sea de soslayo,

y cada uno de ellos, al ser motivados,

arrastra a todos los asociados bajo la misma variable,

porque los une la misma

¡incógnita onírica!

 

Esta homogeneidad en el Sueño,

crea una heterogeneidad en la vigilia.

Su versatilidad es inestable…

cuando cambian los mundos,

y produce,

incertidumbre para el soñador,

¡porque cambió su entorno!

¡la senda y el derrotero es otro!

que, al enlazarlos o unirlos en el mundo onírico,

y produzca el sueño,

este, resulta imposible de analizarlo y entenderlo,

¡en el mundo de vigilia!

 

Casi todos los seres humanos no conocen

esos ocultos rincones inaccesibles,

con sus estrechos y complicados pasillos,

que tienen el laberinto indescifrable de los sueños,

¡del invisible y desapercibido yo!

¡De su verdadero y profundo mundo interior!

 

Muchos les dan a los sueños

distintos y alegres interpretaciones

a su verdadero y auténtico contenido;

otros, le conceden misteriosas señales o mensajes,

entre ellos están

las profecías, los vaticinios, las premoniciones,

las conjeturas, las corazonadas.

Algunos supersticiosos lo entienden y así lo creen,

que son anuncios de fatalidades;

en cambio, otros:

 lo interpretan como presentimientos y oráculos…

ligados a seres especiales o divinidades…

santos, seres de otros planetas, espíritus o dioses.

 

Te vuelvo a recordar, querido Soñador,

que no existe nada de tu vida,

absolutamente nada,

que no esté cimentada o sembrada con tu:

 ¡aprendizaje!

directa o indirectamente,

oculto o disfrazado,

y que no haya ingresado a tus

¡vitales grabaciones mentales!

¡y por ende, a todo lo soñado!

¡y que tú me obligas a escenificar!

¡en esos misteriosos sueños,!

provenientes de la base de datos de tu cerebro.

Lo que ocurre es que deformas su interpretación.

Su base original es y fue

el aprendizaje,

el cómo se dió ese aprendizaje azarosamente,

y el cómo lo rigió la subjetiva interpretación,

alejada y ajena a la aleatoria realidad.

 

Esos sueños están gravemente marcados,

e influidos por

¡las cuatro hambres de la humanidad: !

¡el hambre de bienes materiales y alimentos,!

¡el hambre del tómame en cuenta,!

¡el hambre de estímulo y motivación,!

¡Y el hambre de sentir y saber sentir,!

que son vinculantes a la humanidad,

que son la esencia biológica del hombre,

dirigida por la probabilidad del

¡fluir de los acontecimientos!

¡que también son y fueron casuísticos y fortuitos!

con todas las mezclas y combinaciones,

que se dieron y se dan estocásticamente.

 

Estimado Soñador:

puede suceder que coincidan

las interpretaciones que el soñador le dé al sueño,

con las supersticiones o profecías aprendidas…

y con la realidad.

¡Pero todo es mera coincidencia, !

todo es una concurrencia

o simultaneidad sincronizada probabilística, mente,

todo concuerda y está regido y ajustado a

¡la casualidad,!

encajado a una superposición de:

coincidencias y estados estocásticos.

 

Es necesario aclararte, querido soñador,

que casi todos los sueños tienen algo que ver,

o están influidos, afectados, matizados o pintados,

con el color de las últimas vivencias de los

días transcurridos más próximos al sueño,

 a sus horas y a sus minutos anteriores,

y estas vivencias invocan o activan situaciones de ellas,

no importando para nada,

la lejanía invocada,

solo depende de su efervescencia,

de su intensidad y de la huella que dejó en él,

¡que lo marcó para siempre!

¡sin saberlo ni notarlo el soñador!

 

Estas marcas son invocadas con tanta vivacidad,

que aparecen con la nitidez de las emociones…

¡de aquel entonces!

¡y a veces las supera!

 

por eso, frecuentemente, se presentan sueños,

con personajes, situaciones y escenarios,

de distintos tiempos,

¡que no son compatibles!

con el tiempo y el espacio cuando ocurrieron los eventos soñados.

 

También debo recordarte, dentro de mi presentación

que yo, el sueño, soy un personaje abstracto,

estoy siempre al servicio del soñador,

es el soñador, quien selecciona lo que su contenido mental

¡indique!

y yo, solo puedo y estoy limitado,

a escenificar, lo solicitado,

¡por el soñador!

ningún sueño es, ni será, ajeno al:

¡guión de vida!

pero es muy difícil encontrar la interrelación,

porque atenta el tiempo, el lugar, y la multiplicidad de información,

que late en el cerebro del soñador.

 

Allí, si se logra analizar, con mucho esfuerzo,

se concluirá que en el sueño

la autonomía, la autenticidad y la espontaneidad,

están subordinadas y dependen del

¡guión de vida!

 

De una manera o de otra,

directa o enmascaradamente.

sabemos todos, que es muy difícil esto,

sobre todo,

es importante entender “el cómo” le enseñaron al ser.

¡y “el cómo” este aprendió!

¡su saber!

 

En otras palabras, que debemos darle mucha importancia,

el tener presente que quien dirige el sueño o lo soñado,

son las grabaciones mentales del ser,

con sus mezclas y combinaciones…

y que esas grabaciones se producen aleatoriamente,

y solamente cuando ellas sean invocadas

o estimuladas durante el sueño,

por la asociación de ideas…

y también por la asociación de sueños anteriores…

¡pesadillas…!

¡azarosamente!

 

La mayoría de las veces el ser no recuerda los Sueños completos,

solo fragmentos, secciones, o pequeñas porciones,

y estas son las que lo impresiona,

con una información insignificante ó escasísima.

Casi todo queda olvidado o no recordado en la mente del Soñador.

 

El soñador solo siente intensamente,

 el malestar o bienestar,

inclusive, de la parte olvidada o no recordada.

A veces, al despertarse, lo hace irritable,

de mal carácter, otras veces, lo hace contento y alegre,

¡dependiendo de los sueños que tuvo!

pero el soñador, no recuerda el porcentaje del sueño

 que quedó en la mente como no recordado,

y como consecuencia la interpretación de

astillas, esquirlas, o añicos de lo recordado,

lo acomoda a su aprendizaje,

que está lleno de

supersticiones, premoniciones, profecías, cuentos,

historias, presagios, presentimientos…

y lo más grave es que pretende interpretar el sueño

¡desde el mundo de vigilia, !

¡que lo rige otra lógica!

 

De esta manera, las impresiones de los sueños,

podrán ser

de esperanzas nacientes, de esperanzas pendientes,

de mundos por venir, de tormentos y pesadillas…,

de vivencias mezcladas a destiempo,

de promesas pendientes modificadas,

de irrealidades contadas,

hazañas de héroes inducidas, sentimientos cruzados y efervescentes,

de escenas de vidas prometidas, de exclusiones,

de amenazas y miedos enterrados,

de muertes o pérdidas de seres queridos,

de robos, atracos, no asimilados, ni analizados,

¡de sentimientos de culpa no liberados…!

 

Ahora, querido soñador, haremos un descanso,

porque presiento y percibo que

¡estás a punto de despertarte!

¡de esta intimidad onírica!

y si esto ocurre

¡mi mundo se desvanecerá!

¡y con él, nuestro genial acercamiento se apagará!

 

Comienza a escucharse el trinar de los pájaros…

y aclararse el verdor del césped,

sobre el cual pasamos la noche,

tú, el soñador, y yo el sueño.

 

Se anuncia el amanecer,

con sus primeros rayos de luz,

que se adelantan para avisarnos,

que el sol ya va a asomarse otra vez…

¡tenuemente en el horizonte!

¡para alumbrar lo grandioso de la vida!

 ¡y mostrarnos la hermosura de la prometedora aurora; !

¡el alba matutina anunciadora!

¡de la alegría y de la esperanza humana!

¡que nos anima a vivir; !

¡el impresionante acontecimiento del amanecer!

¡de este nuevo día naciente!

¡para la maravillosa vida!

¡única en el sistema solar!

 

 

Continuará en:

 DIALOGO ENTRE EL SOÑADOR Y EL SUEÑO”,

Segunda parte. Ensayo 39.

El cómo se forman los Sueños.

 

 

 

DIALOGO ENTRE EL SOÑADOR Y EL SUEÑO

PRIMERA PARTE

cuento NO. 38

Jesús Riquelme Senra

30/12/2020

e- mail: jesusriquelmesenra@hotmail.com

 

 

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