174- LOS TELONES DEL TEATRO DE LA VIDA, EN SU OCASO Cuarta Parte Ensayo no. 57
LOS TELONES DEL
TEATRO DE LA VIDA,
EN SU OCASO
Cuarta Parte
Ensayo no. 57
… Y al final de la Vida…
…en su ocaso…
después de un exhausto caminar existencial,
y como un residuo,
solo queda,
un insignificante y reducido saldo de recuerdos,
aquellos, que pudieron sobrevivir al olvido…
hasta los últimos días…
hasta los últimos Telones
del Teatro de la vida del Ser.
Esos recuerdos, apenas son,
fragmentos, partes y
añicos,
¡De todo su recorrido
vital!
¡Solo son retazos
existenciales!
¡De un revoltijo
enredado de ideas y grabaciones!
¡Mal concatenados!
Que con mucha dificultad podrían entenderse,
cuando el Ser narra
el episodio de su vida,
¡Cuando cuenta la
historia de su Vida!
De todas las vivencias grabadas en su cerebro,
¡Durante esta
brevedad existencial!
¡Ya vivida!
Y que no puede volverse a vivir.
Este revoltijo de retazos,
de varias vivencias, sueños y otras asociaciones de ideas,
van danzando durante el transcurrir de la existencia del Ser,
formando una aparente
unidad,
enlazadas por varias variables oníricas y de vigilia,
comunes a todas ellas,
formando un conglomerado
y una aparente
continuidad,
percibida desordenadamente por el escucha,
Pero para el Ser,
¡Todo está ordenado y
es coherente!
Porque así se lo hacen ver sus recuerdos,
¡Cuando son invocados!
Todos estos recuerdos contados por el Ser:
¡En su decadencia!
¡En la postrimería de
su Vida!
¡Como la Historia de
su Vida!
Vienen afectados por una gran confusión,
que origina la pérdida de la memoria,
¡Progresivamente!
Y los erróneos enlaces con otros Telones,
a veces, porque el Ser
se ha jubilado, retirado…
¡O ha claudicado, en
la búsqueda de la perfección!
Ha cesado, y considera que su vida terminó,
y por ende, ha caído en la dejadez,
¡Su postura es una
aptitud frente a la vejez!
Otras veces porque la Realidad,
se ha impuesto:
¡Inhumanamente!
¡Momentáneamente!
Pero, remediable con el devenir del tiempo,
¡En épocas futuras!
Este marchitarse y languidecer,
se aceleran,
vertiginosamente,
transformándolos en deteriorados y deformados,
desdibujados, mezclados y superpuestos…
como si fueran residuos, de ruinas abandonadas,
que ya no pueden reconstruirse,
son como cenizas del fluir del tiempo,
como restos de escombros dispersos,
¡De los desechos de
la incomprendida Vida!
Sus ideas, a veces, son falseadas, retocadas o
reconstruidas,
¡Mezcladas y
abultadas!
Por las inclemencias
del tiempo
¡Irreconocibles!
Agravadas por padecer alguna de las:
Cuatro Hambres de la Humanidad,
insatisfechas durante su vivir;
la primera: Hambre de alimentos y bienes materiales,
segunda: Hambre del Tómame en cuenta,
tercera: Hambre de estímulo y motivación,
y la cuarta: Hambre del Sentir.
Reforzadas especialmente por:
¡El Guión de Vida del
Ser!
¡Incontroladamente!
Y porque, por ahora le falta al Ser: Saber y Salud.
Estos retazos, fragmentos y trozos de otros recuerdos,
brotan, surgen o emanan de la mente del Ser,
¡Probabilísticamente!
¡Involuntariamente!
¡En forma desordenada
e inconexa!
Que dan una sensación
de incoherencia,
como resultado de las
asociaciones de ideas…
¡Como ideas
descompaginadas!
En cada acto y entre Telón y Telón,
¡Del Teatro de la
Vida del Ser!
Que cada vez más,
se va agudizando por el transcurrir del tiempo,
y creemos que ellas son expresiones:
¡Legítimas del vivir
del Ser!
Este vivir se percibe,
como una reminiscencia,
…extraviada en la lejanía…
aminorándose y desmoronándose en el tiempo,
evocándose como partes, piezas y retazos..
¡Revueltos y
dispersos!
Que ebullen de la mente del Ser, aleatoriamente.
Estos recuerdos,
aparecen y brotan,
azarosamente,
como ideas vagas, que se encuentran dormidas,
por la inclemencia del tiempo,
de la indolencia y el desamparo,
de la mente del Ser,
que vienen mezcladas, recombinadas y revueltas,
hilvanadas desorganizadamente,
y que aleatoriamente el Ser
ha podido
retenerlas y recordarlas,
de las muchas que han pasado al olvido,
¡Como inexistentes!
¡Como si nunca se
hubieran producido!
Unas, son vivencias felices y añoradas…
otras, contienen unas pronunciada tristeza y depresión,
¡Inentendidas!
De sueños no vividos, suspendidos o interrumpidos,
Como si la inclemencia y sabiduría del tiempo,
¡Ha sabido callar!
Un gran número de ellos,
revisados por la Reflexión,
y sometidos al análisis y la razón,
de lo que hubiera
sido posible,
de lo que hubiera
sido preferible,
melancólicamente narrado por ese Ser,
en esas condiciones.
Ansiado a veces,
y anhelados otras,
de querer regresar el tiempo,
para modificar lo vivido…
…y volverlo a vivir…
pero con el Saber del
presente,
del aquí ahora.
La personalidad y el actuar del Ser,
en cada uno de los actos vitales,
entre telón y telón del teatro de la vida,
proviene y está formado principalmente:
¡Por el Aprendizaje y
el Saber!
A todo lo largo de su recorrido vital,
¡De su calidad y
oportunidad!
¡Del aprender y del
saber!
De aquel entonces.
No importa ahora averiguar porque haya sido…
solo interesa que ya quedó grabado,
en la mente del Ser
indeleblemente,
pero el tiempo lo ha sabido desgastar y borrar,
¡Muy lentamente!
Mutando su contenido e interpretación,
con todas sus consecuencias,
con todas sus ventajas y desventajas,
con todos sus beneficios y perjuicios.
… Y que posteriormente el Ser lo reproducirá,
en las siguientes escenas de su vida,
entre telón y telón del teatro de su vida.
Los telones del teatro de su vida,
van abriéndose y cerrándose aleatoriamente,
el Ser va
sintiendo y experimentando todas sus:
¡Sensaciones, estímulos
y emociones!
¡Él ignora que ese sentir
es azaroso e inesperado!
La ilusión del Yo
dentro del teatro de la vida,
¡Es aprendida
involuntariamente e inadvertidamente!
Y así la concientiza el Ser,
todo es producto de la probabilidad,
la asociación de ideas sin advertirlo,
va creando esa sensación del Yo,
que luego lo llama su personalidad.
Este mecanismo no
es concientizado por el Ser,
él solo recibe y percibe su sentir,
de las sensaciones que produce el brotar
de alegrías, tristezas, melancolías…
mezcladas con una variante de soledad:
¡Inexpresable!
que ebulle y emana de su mente,
como un recuerdo en
forma general.
El Ser se resiste
a usar la razón,
porque existe un placer inexplicable,
de disfrutar ese estado
del Yo,
como si fuera un estado
alterado de conciencia,
de experiencias vitales acumuladas como recuerdos,
es como una orden enérgica,
¡Del Guión de Vida!
¡Automáticamente!
Influida por la
inercia del pensar,
todo esto regido por la
aleatoriedad.
La personalidad que aparece en el Ser,
que florece como autónoma, es consecuencia del:
¡Aprendizaje!
¡Y de la asociación
de ideas!
Es un acto biológico, aparentemente autónomo,
pero es consecuencia de la probabilidad.
Así está hecha la humanidad,
es un continuo estímulo y respuesta,
el estímulo puede ser interno o externo,
también puede ser por las asociaciones de ideas.
Estos telones son etapas,
bien diferenciadas del vivir,
que van surgiendo inesperadamente,
con contenidos a veces desconocidos pero impactantes,
iniciándose una era vital,
marcando otra época, fase o momento,
de la existencia ya vivida.
Son diversas y con contenidos sorpresivos impensados,
con estimuladores o motivadores,
que dan otro calor y sabor al vivir,
produciendo un nuevo aroma,
matizada por la madurez progresiva del Ser.
El comienzo y el final de los telones,
son promovidos por hechos significativos y transcendentes,
que van marcando indeteniblemente, inesperadamente,
y probabilísticamente,
ellos también abren y cierran telones.
Todos estos hechos destacados con alcance
de una notoria importancia,
son llamativos y transcendentales,
¡Para su tan querido
Yo!
Bajo el efecto de la inercia
y efervescencia,
van transformando al Ser,
lentamente y sin advertirlo,
en otra persona que parece distinta,
¡Su Yo cambió!
También aparecen,
y se van asociando a
su mente,
nuevas personas,
que el Ser las
ignora,
el tiempo las borró del recuerdo,
y que la inclemencia y la sabiduría de ese tiempo,
ha silenciado probabilísticamente,
no la reconoce, ni se acuerda de ellas,
se asoman a su mente para hablarle,
habitan dentro de ella,
y allí han permanecido siempre,
con propósitos desconocidos e inesperados.
Su imagen se ha desvanecido,
sus voces, que se encontraban dormidas o apagadas,
el recuerdo las activa inesperadamente y repentinamente.
De esta manera la aleatoriedad de la vida,
y el cómo está
constituida,
va creando nuevas mutaciones,
en el vivir del Ser,
y esas transformaciones o cambios originan,
nuevas razones nacientes para que surja,
¡Y se conserve la Alegría de vivir!
Como si aprovechara la oportunidad para sumarse a la vida.
Se unen y nacen junto con la Alegría de vivir,
los siguientes
personajes,
el Aprendizaje, el
Saber, el Guión de vida,
la Reflexión, el
Pensar, el Razonar,
la Revisión, todas las voces ocultas que habitan su
cerebro,
y que la asociación
de ideas las activa y estimula,
para asomarse
inesperadamente en el Aquí Ahora.
Así, se reúnen todas para oxigenarse,
con el nuevo telón
que se levanta…
el Ser inicia
otra vida y exclama dentro de su mente:
¡Me encontré a mí
mismo en la vejez!
¡Soy otra persona!
¡Aprendí a vivir!
Vive en mí otro Ser
con gran Paz.
LOS
TELONES DE LA VIDA, EN SU OCASO. Cuarta Parte Ensayo no. 57 Jesús Riquelme Senra 01/03/2022 e- mail: jesusriquelmesenra@hotmail.com |
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