166 - EL EPICENTRO EXISTENCIAL Primera Parte Ensayo no. 51

 

EL EPICENTRO EXISTENCIAL

Primera Parte

Ensayo no. 51

 

 

Yace, escondido y encerrado,

en la esencia más profunda e íntima del Ser,

¡El Epicentro Existencial!

A veces ignorado y marcadamente oculto,

otras veces, custodiado o encubierto sobremanera.

 

Y desde allí, muy silenciosamente,

motiva y estimula a proseguir la Vida,

marchando incesantemente en consecución:

¡De la respuesta a la gran pregunta vital!

Que hacen los Seres en su temprana infancia.

 

También puede ser una Radical Decisión Tomada…

o unos profundos miedos y temores en esa tierna edad,

por una o varias eventualidades ocurridas,

que afectó algunas de las cuatro:

¡Hambres de la humanidad!

 

Esto le ocurre, a los Seres,

casi siempre inconscientemente,

ellos no lo advierten,

pero queda grabada indeleblemente,

con una gran intensidad e inquietud,

¡En sus mentes!

 

Y también, desde allí,

agazapado y refugiado en su guarida,

¡Por temor a ser detectado!

¡Escondiendo a su Yo!

¡Inconscientemente aprendido!

Como si fuera una enfermedad humillante…

entonces, requiere y necesita esconderse,

y no la conozca nadie.

 

Así el Ser, se mueve y conduce su vivir,

¡Secretamente!

Hasta el extremo que el mismo Ser:

¡Lo ignora!

Su propósito oculto es conseguir la respuesta,

a la gran pregunta o decisión,

formulada y tomada en los primeros años de vida,

convirtiéndose, sin advertirlo, en el:

 ¡Epicentro existencial!

Mueve, dirige y conduce a la eterna y silenciosa:

 ¡Búsqueda existencial!

Manejando inadvertidamente a:

¡Los hilos de la marioneta del Ser!

Todo en estricto silencio.

 

Esta imperiosa Búsqueda existencial,

de la respuesta a la gran pregunta,

está ubicada en el Centro de su Existir,

¡Es la razón principal de su Vida!

¡Es el centro de la Vida!

 

Al Ser:

le transcurre toda su existencia,

sin comprenderlo ni percibirlo,

tratando desesperadamente de entender,

una cantidad de acontecimientos de su proceder,

mezclados con el bullicio cotidiano,

¡Aturdidor!

 

¡Ese epicentro Vital!

Conduce al Ser, inesperadamente y sin advertirlo,

por tortuosos caminos, desconocidos y sorprendentes,

así es percibido por sus compañeros de vida…

como inexplicables, dentro de su existencia vital,

casi siempre,

¡Inesperadamente!

Que en algunos casos, deslumbra y deja atónito al Ser,

¡Sin saber que hacer!

Asombrando al propio Ser,

¡Que queda desconcertado y conmovido!

Cuando encarna personajes desconocidos, sorpresivamente,

pero en muchos casos queda maravillado,

y al mismo tiempo, extrañado o perdido,

¡En su trayectoria vital!

 

Ese Epicentro Vital,

ubicado  y domiciliado,

en el centro:

¡Del Guión de Vida!

¡Del Libreto en que participamos!

¡Es el centro del Guión de Vida!

 

Allí permanece dormido, durante toda su Vida,

escondido disimuladamente,

velado  y arrinconado,

por el temor y miedo a ser detectado,

porque así fue enseñado y así lo aprendió.

 

A veces está tan fuertemente enterrado,

que el mismo Ser,

consumirá toda su existencia,

sin tener la menor idea de que lo están dirigiendo,

desde ese mundo desconocido… y misterioso…

donde la Incertidumbre de la Vida,

combinada, con la imperativa e imponente probabilidad,

dentro de un escenario aleatorio,

encausa y rige su oculto derrotero…

¡Que es azaroso!

 

Este Epicentro Existencial,

que  tiene fuertemente asociado,

el origen en la gran pregunta sobre la Existencia,

que los Seres humanos,

comienzan hacerla y a formularla,

desde la tierna infancia,

incoada e inculcada

por los progenitores, educadores y el escenario vital.

 

Ellas pueden ser,

unas o varias preguntas,

principales y secundarias,

así como también pueden ser decisiones trascendentales,

o miedos y grandes temores con el agravante de pánico.

 

El Epicentro Vital,

es abstracto y subjetivísimo para cada Ser,

constituye su puntual centro de vida,

la Razón por la cual se vive,

sin saberlo,

es conceptual, virtual y privadísimo,

¡Y se encuentra abrazado inseparablemente a él, inconscientemente!

En algunos Seres, está representada la pregunta,

en dos, tres o más partes puntuales principales,

de distintas intensidades,

y en otros, en varios y diversos aspectos.

 

Alrededor de ellos, gira su existencia,

nacida de la enseñanza y del aprendizaje,

aprendidas en su tierna infancia,

durante todo su vivir.

 

Puede ser de un algo material…

o una razón por la cual se vive,

profunda y oculta, inadvertida,

en algunos Seres se encuentra y permanece,

 con mucha intensidad ese algo

¡Visiblemente notorio!

En otros se aprecia aminorado,

casi inexistente o imperceptible.

 

Esos Seres, caminan en la vida,

solo por caminar,

con una insignificante rutina,

viven por vivir,

como un hábito,

¡Por Inercia!

 

En algunos casos resalta significativamente,

¡La Vivacidad Intelectual!

En otros casos,

se vislumbra como algo impreciso,

acompañado de una notoria inquietud,

centrado alrededor del Epicentro Vital,

 

El Epicentro Existencial,

lo puede formar cualquier pregunta,

realizada a la vida,

a veces se confunde con una aspiración idealizada,

o como algo que pueda sustentar con firmeza,

¡Su razón a vivir!

Su por qué y para qué,

algo que le estructure su tiempo,

¡Con pasión, ahínco y vehemencia,

con apetito e interés por el Vivir,

que lo estimule o motive!

 

Algo que lo inquiete sobremanera,

puede apreciarse trivial para el resto de la humanidad,

pero para él,

se convierte en:

¡La Razón principal de su existir!

Como si estuviera alucinado,

con ese Epicentro Existencial.

 

A manera de ejemplo pedagógico:

un Ser se hace la gran pregunta, inconscientemente,

inculcada por el vivir cotidiano en su escenario,

¿Qué es la Vida?

¿De dónde salió?

¿Para qué y por qué?

¿Qué significado tiene?

 

La gran pregunta principal es:

¿Qué es la Vida?

Algo ocurrió, que él hizo esa pregunta.

 

Las preguntas asociadas y secundarias son:

¿De dónde salió?

¿Para qué y por qué?

¿Qué significado tiene?

 

Toda su vida la empleará,

de una u otra manera,

en resolver esa gran pregunta,

y a cada momento retornará en su mente,

la misma pregunta vital o principal,

su vida oscilará eternamente en esa Búsqueda,

zigzagueando por infinidad de caminos.

 

Evidenciará ese Ser,

un notorio atractivo, por todo lo relacionado,

¡Con esa inquietud!

¡Nacida en su tierna infancia!

 

Muy probablemente,

eligirá su carrera o profesión,

afines a su pregunta vital,

¡Podría convertirse en un gran investigador!

De algo relativo a esa gran pregunta.

 

El científico Alberto Einstein,

se preguntó a los cinco años de edad,

estimulado porque su papá

le regalo una brújula, con un imán,

quedó sorprendido por los movimientos,

 de la ajuga de la brújula,

y por el movimiento, a distancia que le causaba el imán.

En ese momento, no entendía nada,

ni porque se movía la aguja de la brújula,

por la acción a distancia del imán,

sin que este la tocara.

 

Pasó toda su vida en resolverlo,

y así se constituyó en el mejor físico del mundo,

¡Hasta Ahora!

Atraído enormemente por querer dilucidar,

ese fenómeno, y así se convirtió:

¡En su Epicentro Existencial!

 

Su Epicentro Existencial rápidamente se expandió:

Al espacio, a los campos electromagnéticos,

a la relatividad, a la energía, a los campos gravitaciones,

a los campos magnéticos, a los campos eléctricos

Llegó a cambiar el sentido de la comprensión del:

¡Cosmo!

 

Así, de esta manera,

el Epicentro Existencial,

se mantuvo primordialmente y siempre,

por encima de todos los eventos secundarios

 de su vida:

… de la vida social, del amor, de los hijos, de su matrimonio,

de las hambres de la humanidad y especialmente,

¡Del tómame en cuenta!

 

Se mantuvo absorto toda la vida…

¡y así lo logró!

¡El por qué la brújula se movía!

¡Sin que nadie la tocara!

De esta manera, consiguió:

 ¡La respuesta a su gran pregunta existencial!

 

Y la inercia de su búsqueda,

abarcó y se extendió,

en una infinidad de temas,

tales como todos los espacios o campos,

y logró desvincular:

los campos gravitacionales de los campos electromagnéticos,

creó y estableció entonces, que los campos gravitacionales,

solo eran una deformación del espacio, producto de la materia,

y así se logró abrir una nueva interpretación y comprensión

 del estudio de la Luz,

asignándola como la constante universal,

igualmente se extendió en muchos otras áreas…

 

En resumen,

el Epicentro Existencial,

se encuentra y reside dentro del:

¡Guión de Vida!

En forma abstracta y conceptual,

como grabaciones mentales,

muy difícil de ser detectado y reconocido,

pero con una increíble fortaleza,

duradera toda la vida del Ser.

 

En algunas oportunidades se aminora,

se oscurece como si desapareciera parcialmente,

durante algún tiempo,

a veces, el Ser claudica,

y se abandona,

por no estar bien cimentada.

 

Entonces se percibe como si se hubiera extinguido,

para nuevamente reaparecer,

¡En la madurez de la Vida!

El Ser entonces clama:

¡Me he encontrado a mí mismo!

¡Me había perdido!

 

Los telones del Teatro de la Vida,

se encargan de cerrar o bajar,

el telón anterior,

y de levantar o abrir el nuevo telón de la Vida,

con el retorno o la reaparición del:

¡Epicentro Vital!

Perdido o abandonado temporalmente.

 

A veces con una marcada vivacidad,

que sacude y estremece al Ser,

y propende para que el Ser lo confunda con:

una ficción agonizante,

en algunos casos con supersticiones, mitos, cuentos e irrealidades.

 

Igualmente, influye notablemente,

las cuatro modalidades por las cuales va transitando,

¡Las cuatro hambres de la humanidad!

Siendo la principal:

¡Tómame en cuenta!

¡Reconóceme!

¡No me excluyas!

¡Acéptame!

¡Admite mi caminar, por el derrotero que llevo!

  y además el hambre secundaria de la humanidad,

¡El hambre de estímulo!

 

Es de vital importancia y transcendental,

el hecho de que el Ser,

logre y sepa detectar,

cuáles son sus preguntas primordiales,

¡Hechas en la Vida sin advertirlo!

¡Que están timoneando su vivir!

¡Y cuáles son sus radicales decisiones!

¡Y cuáles son sus miedos y temores!

 

Entonces, recibiría sin saberlo,

una gran Paz Espiritual,

Y una unidad vital

 y sobre todo:

una razón consumada del significado de su vivir.

Para ratificarla y reconducirla,

con las necesarias variantes y ayudas,

¡Que el ser necesite!

A veces requiere, penosamente, un profesional,

o un especialista en el saber que lo oriente.

 

Continuará:

EL EPICENTRO EXISTENCIAL

(con sus partes integrantes)

Segunda Parte

 

 

EL EPICENTRO EXISTENCIAL

Primera Parte

Ensayo no. 51

Jesús Riquelme Senra

30/10/2021

e- mail: jesusriquelmesenra@hotmail.com

 

 

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