20- EL PRESENTE
EL PRESENTE
Misterioso
e inexplicable fluyes incesantemente.
¡Con
asombrosa prontitud!,
como
un sagaz prófugo infatigable e inatrapable,
¿o somos nosotros, los fugitivos que te
captamos así,?
por
la naturaleza de nuestra esencia vital,
por
el fluir indetenible de la vida.
¡Jamás
retornas!,
tampoco
nosotros.
¡Nunca
te detienes!,
tampoco
nosotros.
Atados
estamos, inseparables, para poder existir.
Surges
del anhelado mañana.
Brotas
inesperadamente,
para
escurrirte repentinamente,
tan
veloz, ágil y febril,
que
apenas permites palparte,
desapareciendo
como un hechizo.
A
veces, paradójicamente,
cuando
más te deseamos,
más
te demoras,
haciéndonos
codiciarte más y más,
te
tornas lento y nos confinas a esperar...
....un
largo esperar...
Ese
esperar y desesperar es una ilusión,
una
ilusión nuestra por la vehemencia en alcanzarte.
¡Te
dilatas más y más, cuanto más ansiolíticos nos tornemos!,
pero
al tenerte, desapareces como un
relámpago...
¡Instantáneo!,
sólo
percibimos el destello de tu existencia,
huyendo
con una prontitud sigilosa e inesperada,
refugiándote
eternamente en ese gigante llamado ayer.
¡Sin
explicación alguna!
¡sin
tregua!
¡sin
concesiones!.
Sólo
retornas como sueños y recuerdos.
¡Fugaz,
rápido y breve es tu forma de ser!,
espontáneo,
enigmático y pasajero te nos presentas.
Te
escapas, te evades como un errante.....
¡Siempre
apresurado como el eterno viajero!.
No
permites que te apreciemos más allá de un instante.
Nos
eres indispensable para existir,
pero
si dejaras de fluir,
anunciarías
nuestro final.
Tu
destino irremediable es converger en el pasado,
Formando
nuestro tan
querido yo,
así
estamos hechos para poder existir.
Eres
sólo un concepto, un momento;
apenas
te dejas percibir, cuando ya te has marchado.
Encierras
el arte de saber disfrutarte.
Quien
no te conozca y te posea,
no se regocijará de ti.
¡Ni
recuerdo alguno tendrá!.
Virtuoso
y reconfortante te tornas,
para
los que aprendieron a vivirte
intensamente,
elaborándoles
su tan querido yo,
¡reservorio de sus ayeres!.
Ayeres
estimulantes, cuando te evocan como sueños presentes,
revividores,
nítidos e ilusionantes,
¡confundidos
y aferrados a ti, quedamos al volverte a tener!
Eres
un cúmulo de instantes,
tan
unidos a nosotros,
que
poquito a poco,
vas
inhalando nuestro existir...
¡sin
que lo advirtamos!,
y
esa porción de vida que nos vas quitando,
gotita
a gotita, se funde contigo, a medida que fluyes
¡formando
uno sólo!,
para
exhalarla luego en el gran reservorio de los ayeres,
constituyendo
nuestro tan querido yo.
¡Soplo
a soplo se van mermando los presentes...!
¡Soplo
a soplo se van incrementando los
ayeres...!
¡Cementerio de presentes muertos!
¡entes
abstractos!
¡”entes
abstractos es nuestro tan querido yo”!
Entonces
ese tan querido yo ,
es
el destino inevitable de que haya fluido el
presente
¡forjador
de los ayeres evocables e inevocables,
que
dirigen misteriosamente la marioneta vital!,
con
una ilusión de autonomía, aturdida y ciega,
efervescente
y forjadora de sentimientos,
que
resurgen y resuenan en nuestra mente,
apropiándonoslos
con ilusión de espontaneidad y autenticidad,
que
brotan de lo más profundo de nuestro ser,
¡como
si revivieran otra vez!
¡o
disfrazados retornarán!
Como
un niño que jugando,
se
entretiene con un cerro de arena en el mar
mudándolo
granito a granito a otro lugar
y
una vez cansado,
¡exclama
con nostalgia!
¡hubiera
dejado el cerro de arena donde estaba,
sólo
lo mudé de un lugar a otro.
¡Y
así se nos va la vida!
mudando granito a granito el presente al ayer...
O
como el viento en el desierto,
que
de partícula en partícula,
mueve
grandes montañas de arena,
de
un lugar a otro, caprichosa e inadvertidamente;
así
el presente, es el ayer para unos,
y
para otros el ayer es el presente.
Solo
depende de el cómo se viva,
el cómo se
interprete la vida.
¡Es
una secuencia sin fin!.
¡Eres
abstracto y relativo!.
Eres
ese algo conocido y familiar,
pero
también eres ese algo desconocido y extraño.
Eres
el presente, mientras tanto...
eres
el presente, por ahora...
¡autor
de nuestro tan querido yo!
Y
el hombre se modificará,
su
modificación hará, que el presente sea su voluntad,
¡jugará
con él y jugará con nuestro yo!
el presente será su innovación,
el presente será su creación.
Jesús
Riquelme Senra
02/02/2004