18- EL AFECTO

EL AFECTO

I
Abrigado bajo el calor del Afecto
nuestra vida, en triunfos la convertimos,
desamparado por ausencia del Afecto,
nuestra vida, en fracasos también la convertimos.


II
 El afecto y sus variantes,
constituyen nuestras primeras necesidades,
ellos son los remedios necesarios para sobrellevar…
“el vacío existencial”… y facilitarnos el seguir…

III
Toda nuestra vida es conducida
Por esa búsqueda esencial,
“metas”, hazañas y grandes logros”,
con ansiedad son perseguidos y obtenidos
basados únicamente en su promesa.

IV
El afecto puede ser humano y expresivo,
puede estar disimulado o ser abstracto,
encontrarse implícito o ser sólo un símbolo.

V
El afecto evoluciona, crece o se transforma,
cuando las condiciones lo permiten,
ideales , fe y credibilidad,
son sus pilares fundamentales;
“cariño”, “amor” y “pasión”,
son sus más nobles expresiones.

VI
Cualquiera que sea su modalidad,
nutre lo más profundo de nuestro ser
y  crea fuerzas para seguir…

VII
…Seguir inmerso en esta existencia
¡que aparentemente no tiene sentido…!
y  es el afecto y la esperanza sobre lo humano,
lo que mantiene encendida la llama…
VIII
Y así, grandes “pirámides”, “obras” y “creencias”,
Inútilmente la humanidad ha construido,
¡el culto a la muerte fue su mejor testigo,¡
cuando buscaba el anhelado Afecto,
confundido por “el  figurar” y “el perpetuarse”.

IX 
También una gran multitud, hermana de creación,
… atrapada ha quedado,
y aturdidamente desviada ha sido,
…al esperar…. y  desesperar…
“el tan codiciado más allá”…
con su amo y Señor,
erróneamente por  nosotros diseñado.

X
Esa diversa y gran multitud,
agrupada en congregaciones religiosas,
con sus fieles seguidores…
“sus vidas inútilmente han consagrado”
a cambio de: Amor y protección,
en un mundo celestial ofrecido,
¡en ese tan codiciado más allá!

XI
¡Es una fuga!
de un afecto terrenal no encontrado
¡ o mal aprendido,! y aturdidamente sublimado,
y como resultado, la humanidad ha quedado,
sumida en un letargo, confusión y estancamiento.

XII
El afecto se deforma , se daña y se deteriora,
cuando las circunstancias lo obligan,
“odio y venganza, rivalidad y envidia”,
son  sus dañinas mutaciones.

XIV
Carecer de afecto o tenerlo mal cimentado,
deforma y desvía nuestro frágil existir,
lo “ deforma”, lo “ desvía”  y lo “ perturba”,
aparentemente sin motivo y sin razón,
y todo nuestro proceder lo transforma…

XV
“Altera, cambia y modifica”,
ese tierno ideal aprendido…
…aprendido cuando gateábamos
nuestras primeras sensaciones infantiles,
de afecto ,amor y pensar…

XVI
Es precisamente la necesidad de afecto,
o  la inseguridad de él,
lo que origina ese “síndrome humano”,
que vestido de diferentes formas,
y disfrazado con máscaras y antifaces,
esclaviza nuestras vidas,
las atrapa y las desvía,
 a encubiertas y absurdas actividades,
aparentemente justificadas y normales.

XVII
Manipulación, explotación y deshonestidad,
son sus peligrosas enfermedades…
con las cuales se contaminan aquellos…
…los que también carentes de Afecto están…

XVIII
El  afecto y el Amar,
en odio y venganza se reducen…,
la agresividad impulsiva los rige,
cuando la duda a ellos se acerca,
o su integridad es cuestionada;
o su ideal se ha desvanecido.

XIX
Con grandes heridas y cicatrices,
entonces, somos marcados,
con tinta indeleble en nuestro recuerdo,
la lección es escrita, y contra el tiempo,
su recuerdo fuerza cobra…

XX
Comprensión, perdón y benevolencia,
misericordia, compasión y resignación,
luego las sustituyen…
para más tarde en madurez converger…
…y un naciente afecto sublimado,
posteriormente los decora.

XXI
…Y en nuestra mente,
un lejano recuerdo queda…
¡como una leyenda!...
contada en nuestra incipiente infancia…
…por nuestros héroes, de aquel entonces.

XXII
Luego  le sigue, un amor pasivo y sublimado,
asignándole bienestar, felicidad y paz;
sosiego, tranquilidad y éxito;
y con serena alegría formulamos,
en un silencio profundo,
“nuestros sinceros votos”
porque les vaya bien,
y el triunfo los acompañe.

XXIII
Otro afecto maduro,
en nosotros nacerá…
más humano, más terrenal, menos posesivo;
pero más profundo y reflexivo,
sereno y lleno de colorido de tolerancia.

XXIV
Este afecto, con el tiempo crecerá
a  medida que más sosegado sea;
se agrandará, se ampliará y se ensanchará,
aumentando su extensión humana,
¡…donde tienen cabida todos los seres…!
nuestros amigos, los indiferentes y los enemigos;
los que daño nos han causado.

XXV
Donde tienen cabida
 los que nos adversan  por rivalidad,
o por  no entendernos…
…y por eso trataron de destruirnos…

XXVI
Luego, hoy, con bondad y verdadero  afecto,
¡los ayudamos a levantarse!
¡les  enseñamos como amar!
¡como reír, como pensar!
como fundirse con nosotros
en un abrazo fraternal
y  recordarles que “Todos”,
¡ “Todos”!, a la creación de la “Nada”,
pertenecemos, e irremediablemente,
a ella regresamos,
y que Todo  es Nada,
contado a partir del punto de expirar.

XXVII
Y que lo único que tiene sentido,
en  este “Fugaz   fluido vital”
“Es el afecto y sus variantes”
cimentados sobre nobles ideales…
¡ “Es vivir intensamente cada instante
como si este  fuera el último”!
y ¡ “creer en los seres humanos”!
¡es lo único que superará
a ese gran vacío existencial llamado muerte!

XXVIII
¡Ese es entonces,
¡“El gran grito sereno”!
que con sublime canto
y con una armoniosa melodía…
el Afecto a la vida le entona.

                                                                                                              El Afecto
                                                                                                        Jesús Riquelme Senra

                                                                                                           Diciembre 1990.


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