100- EL YO Y LOS IDEALES (6° parte)

EL YO Y LOS IDEALES
(6ta.Parte)


Habían transcurrido 10 semanas...
10 fructíferas semanas,
acudiendo el niño filósofo y el niño  del peñón,
a la casa del niño pobre,
quien progresivamente fue invitando a otros niños, de su barrio, a integrarse.
El grupo ya ascendía a 15 niños.


En esos largos encuentros prolongados casi todo el día,
hablaban sobre los sublimes ideales,
y el porvenir de la Humanidad.  También sobre su incesante búsqueda,
 afectada por el aturdimiento que desapercibidamente la restringía.
También disertaban sobre el cómo superar la extrema pobreza,
su urgente educación de calidad, el subdesarrollo y la corrupción.
Sobre la culpa que tenían sus gobernantes…
y lo imperioso y necesario de implantar,
una asertiva planificación de la natalidad,
con una verdadera voluntad política
para resolver efectivamente la pobreza.


Hoy, muy temprano, nuevamente se dirigían los dos niños,
a la casa del niño pobre.
Todavía, la temprana neblina de la aurora obstruía la visibilidad,
allí los esperaban, esta vez, 18 niños, más su maestra,
quién se encontraba, curiosamente motivada por conocerlos.
Se resistía a creer, los comentarios de sus alumnos,
había decidido, entonces, comprobarlo personalmente,
charlando con ellos, para escudriñarlos.


Con una algarabía de alegría y saludos fueron recibidos.
Una inexplicable empatía los unía.
Una conmoción grupal se evidenciaba
¡ Era la Esperanza sobre lo humano que los estremecía a todos !
Era la eterna búsqueda que caracteriza al hombre.
Era esa virtud inagotable del insaciable ideal de perfección.
Nadie les había hablado, a la vez,  tan claro y tan sencillo,
Tan pedagógicamente hilvanado.



Tres niñas se adelantaron, le presentaron a su maestra,
y se estrecharon abrazos.
Algo nerviosa, la maestra, respondió al saludo.
Las niñas sugirieron volver a las riveras del río,
allá donde se encontraba el recordado y querido peñón blanquecino,
convertido por ellos en su santuario,
santuario donde, en lugar de ir aturdidamente a rezar,
era usado para pensar e intercambiar ideas.
“Lo habían idealizado para cultivar la intimidad”-

El grupo consintió, y con un silencio profundo aprobaron ir.
Las mirada de los niños hablaban solas.
Cada vez más, la maestra, aumentaba su asombro.
La inquietaba, la perturbaba y la anonadaba
la devoción que sus alumnos le profesaban al niño filósofo,
y lo apacible que éste se mantenía.
Estaba convirtiéndose en un símbolo a copiar.

Después de un desayuno confraterno,
donde pintorescamente plantearon diversos temas
e intervinieron apasionadamente muchos niños,
cosa que dejó perpleja a la maestra,
surgió un largo y misterioso silencio, seguido de una tensa calma,
calma que la maestra irrumpió inesperadamente.
Se percibía en ella un desconocido desconcierto
y de pronto preguntó reprochando,  con un halo descalificador:
Mis queridos muchachos.
¿ por qué ustedes viven así, ambulando de un sitio a otro ?
¿ qué significa para ustedes vivir ?
¿ qué buscan con estas reuniones ?
¿ confundir a los niños ?
¿ qué necesitan para tranquilizarse y no angustiarse ?
¿ por qué no rezaron antes del desayuno ?
¿ por qué le hablas a mis alumnos “esas cosas de la Nada, de la Vida
del Yo abstracto perecedero ?
¿ de un Yo que se esfumará y no quedará nada ?
Era notorio el nerviosismo de la maestra
¡ Todos sus alumnos lo captaban !

El niño filósofo,  levantándose respondía,
al mismo tiempo que se acercaba lentamente a la maestra
y le decía: procuraré hablarles con un lenguaje sencillo, asequible y neutral.
Aunque tus preguntas nos hirieron, son personalísimas,
nos desacreditan, además contienen un mensaje subliminal
y hablas regañando en lugar de conversar…
… y la besó en la mejilla…
De inmediato la maestra, sorprendida por el beso inesperado, preguntó:
¿ qué significa ese beso ?


Ese beso – respondió el niño serenamente –
representa el amor a la Humanidad.
Lleva consigo mensajes de una franca posición frente a la vida,
de convertir este momento en una incesante búsqueda
a través de nuestros valores espirituales,
dialogando delicadamente con nuestros semejantes.
Contiene también el juramento de luchar por una comunicación,
honesta y sincera con el prójimo,
exige que no exista una intención oculta o ulterior.-


Ese beso contiene el Ideal de la Humanidad,
Humanidad surgida de la nada,
de esos milagrosos sucesos,
de esas innumerables coincidencias que ocurrieron,
de las cuales, sin precedente alguno, azarosa y fortuitamente,
esa Nada se transformó y se aglutinó en materia inanimada,
ésta se organizó de tal manera
que formó la materia animada llamada Vida.
No habiendo nada hasta ahora que la iguale,
y menos aún a su obra maestra llamada Humanidad,
capaz de hablarse y entenderse así misma,
tener conciencia de que vive y entiende  su entorno,
inventa, crea y se reproduce,
 se ha apoderado del planeta.
Hoy intenta ocupar y habitar los confines del Universo y hacerse inmortal
¡ Esa Creación es la mayor maravilla jamás vista !
Esa genial obra somos Tú y Yo
somos nosotros y nuestros semejantes.
Ese beso es para recordarte que somos amigos, no contrincantes.
Ese beso es mi regalo de nuestro encuentro.
Ese beso es invitarte a dialogar conmigo,
con tu cálida alma al descubierto…
la mía te está esperando con un fervor incondicional.


Ustedes están aquí, porque han querido hablar conmigo,
y nosotros estamos aquí, por la misma razón.
Nos encontramos juntos ahora, por la necesidad de dialogar.
¡ Ustedes son muy importantes para nosotros !
¡ Buscamos todos la intimidad !
¡ la ansiada intimidad !
pero inexplicablemente temida al mismo tiempo,
por insospechadas razones.
La maestra sensibilizada y con los ojos humedecidos
besa a los dos niños, el filósofo y el del peñón, y les dice: -
me han hecho reflexionar mucho,
entraron muy dentro de mí…
 ¡ pero tengo miedo !
temo a que tus palabras sean falsas…
haces una descripción colosal,
me estremezco al escucharte
¡ Nunca me había pasado esto !


El niño filósofo le responde, sereno y ameno:
Desde que nacemos nos enseñan indebida y equivocadamente
a encubrir nuestro Yo.
Disfrazándonos  con distintas máscaras,
encarnando personajes asignados en la tierna infancia,
para cuidarnos del prójimo,
que a veces como enemigos nos enseñan a verlos,
nos enseñan a reírnos de ellos, le hablamos irónicamente,
los despreciamos con burlas soslayadas.
Nuestras respuestas se reducen a regaños o refunfuños,
gruñéndoles y ridiculizándolos.
Con esa conducta creemos proteger
a nuestros incipiente y débil Yo.
¡ Disfrutando de una aparente y momentánea sensación de superioridad
i así nos lo enseñaron !
¡ así lo aprendimos !
y así nos comportamos


Solo entreabrimos una pequeñísima ventana,
para ver la vida acechada por el tiempo,
para percibir su ironía y su inhumana fluidez,
para percatarnos en lo que la vida nos convierte.
¡ Frágiles y sutiles !
¡ insignificantes y fugaces !
y cómo la travesía existencial va transformándonos,
convirtiéndonos en personalidades autodefensivas.
Hostiles al verdadero acercamiento,
como si alguien nos fuera esculpiendo en el transcurrir del tiempo, de esa manera,
 siguiendo las instrucciones del oculto  plano del guión vital.,
dispuestos siempre a batallar
con cualquier molino de viento que se atraviese en nuestro camino.





La maestra interrumpe, dentro de su desolación,
pretendiendo  excusarse…,
“yo entiendo ahora”…
que mis preguntas fueron injuriosas y lesionan su dignidad,
yo no los conocía, no tenía que hablarles de esa manera.
Los subestimé ¡ Eso fue lo que pasó !
Hubo celos, algo de envidia, no aceptaba ser suplantada,
los comentarios de mis alumnos me desasosegaban,
siempre estaban hablando de ustedes.  ¡ Me ignoraban !.
No acepto que alguien sea más que Yo.


Respondió el niño:
¡ Mi querida maestra !
Las preguntas y respuestas, el dialogo o la comunicación,
nunca deben ser ofensivas ni lastimeras para nadie,
lo conozcas o nó.
La ponderación, el respeto y la armonía
aunados al don de la comunicación,
constituyen una gran Virtud.
¡ Es un ideal de la Humanidad !
y debemos conservarlo durante toda la vida,
acompañado del saber y del pensar, del amor y de la alegría de vivir
irradiándolos a todos nuestros semejantes
formando con ellos “uno solo” “La Humanidad


Olvida el incidente, extrae de él un aprendizaje
y la depuración y reconstrucción de tu Yo abstracto.
Esfuérzate  en silenciar las grabaciones insertas en tu mente,
que hacen que seas así.
Siempre debemos estar dispuestos, humildemente, a corregir los errores.
¡ Esa es otra virtud que  adquiriremos y conservaremos a lo largo de la Vida !

El perfeccionar las grabaciones sistemáticamente, de nuestro Yo
inculcándoles sublimes cualidades, es otra virtud
¡ vivir sin nobles ideales no tiene sentido !
¡ tampoco lo tiene el no saber pensar!
¡ Es la muerte en el alma !
Es permitir que la llama se apague.
Es no haber entendido “que somos”  y “en que podríamos convertirnos”


La maestra, muy inquieta, un tanto molesta
y conservando un ímpetu de prepotencia, interrumpe desordenadamente diciendo:
Quiero seguir conversando contigo,
en verdad me has motivado mucho,
¿ por qué ayudas a la gente ?
¿ qué hace que te comportes así ?
Hoy me has orientado gentilmente a pesar de haberte agraviado.
Mis alumnos me informan  que tu dices:
“Que la pobreza y el subdesarrollo se extinguirán en 10 años,
si controlamos la natalidad y emprendemos una óptima educación.
También dices que “no habrá más hambre”…
Esas cosas me parecen irreales y sin sentido,
da la impresión que engañas y confundes a mis alumnos.
¿ Con qué propósito ?


El niño filósofo responde muy pausadamente,
después de una aspiración profunda…
El control de la natalidad acompañado con una óptima, acorde y oportuna educación
es un ideal de la Humanidad
¡ y allá llegaremos, cuando la humanidad recobre la sensatez !
y decida instaurar la verdadera igualdad.
En cambio, la pobreza exhibida en los barrios,
es una de sus mas terrible vergüenzas
¡ Que también, al final eliminaremos !
… y eso solo depende de nosotros… es nuestra culpa.


Esta desigualdad representa el estado de atraso en que nos encontramos
y evidencia la ausencia de ideales de nuestros gobernantes,
quienes en forma egoísta y con mentiras muy bien decoradas,
le ofrecen a los pobres solucionarles sus carencias.
Utilizan políticas engañosas muy bien elaboradas,
que luego las transforman en férreas dictaduras,
con adoctrinamientos, simulando instruirlos
¡ espantoso engaño !


Todo esto parece cosas de una terrible pesadilla,
donde el pueblo, elige, esperanzado, a sus gobernantes,
confiado en que los atenderán y resolverán sus problemas 
y después de ascender al poder,
¡ devoran sin clemencia sus sueños e ideales !
sumiéndolos y estancándolos , cada vez más, en una pobreza extrema
y se convierten ellos en “los nuevos ricos”…


No le conviene a esos gobernantes que dejen de ser pobres,
fingen ayudarlos, pero en el fondo los hacen cada vez más dependientes;
en muchos casos se conjuga la ineptitud y el desconocimiento
de las verdaderas causas de la pobreza, con la conveniencia
de que continúen en la pobreza para manipularlos políticamente.

Todos los países comunistas o dictaduras socialistas,
solo son fábricas de hacer pobres, destructores del progreso,
frustradores de ideales, ofrecedores de promesas que incumplirán,
exportadores de científicos, profesionales y empresarios,
persiguiéndolos sin tregua, reduciéndolos al exilio, la cárcel o a la muerte.
Estancado y hundiendo a su población hasta el máximo extremo.


Con una propaganda feróz, lentamente les suprimen sus derechos,
violan la constitución interminablemente,
arremeten contra la población, acaban con la disidencia
y deforman la mente de los más desafortunados o desfavorecidos
a los cuales los adoctrinan en lugar de instruirlos,
manipulándolos con el derecho al trabajo.
Luego los lanzan a un abismo de absurdos enfrentamientos,
unos contra otros, familiares contra familiares, dividiendo la población
en los que están con el gobierno y los que no están.
Le hacen creer que su pobreza depende de los empresarios
y no del fracaso estrepitoso como gobernantes.
Ocultan así, al dictador que se esconde en su interior.


Mi apreciada Maestra:
No hay manera de resolver la pobreza,
sin el previo control de la natalidad,
acompañado necesariamente de una efectiva y selectiva educación,
de esta manera lograremos que esa pobreza material e intelectual se recupere,
se transforme en nuevos seres.
Sabrán, entonces, elegir bien a sus gobernantes,
y velarán porque NO SAQUEEN las arcas del Estado.
Vigilarán también porque cumplan sus promesas electorales.
Enjuiciarán a los que las traicionen.
Cada familia tendrá sólo los hijos que pueda atender y educar.
El país superará el subdesarrollo en 10 años.
Se encenderá el entusiasmo y la imaginación de su población,
para invertir, creando nuevas empresas.
Comenzará a eliminarse los ejércitos, las fronteras y las cárceles
¡ Esto es un sagrado ideal !
¡ y a él llegaremos !


Podríamos decir, que es un Supremo ideal,
el conservar y ayudar a la Humanidad en su ascenso
en todo los frentes y sus niveles,
ella es la máxima expresión de la Naturaleza,
debemos evitar que se deteriore, desvíe o extinga,
después de su inmenso peregrinar, a través del tiempo,
dentro de la lucha que le impuso la evolución;
que surgiendo de la Nada
hoy se ha empinado en la cúspide de la Vida
modificándola a su antojo o necesidad.


Hay que dotarla con las herramientas necesarias y apropiadas
para que germine y crezca en todos nosotros
¡ la pasión por saber !
único camino que garantizará el ansiado ascenso.


Interviene el niño pobre sorpresivamente y muy emotivo dice:
-       yo antes era así, como usted, maestra,
solo miraba hacia mi mismo,
era egoísta, solitario y ermitaño
pensaba que el mundo lo formaba yo y solo yo,
los demás tenían que acomodarse a mí,
pensaba que los demás estaban atrasados.
¡ Era mi orgullo de pobre y del sub-desarrollo !
y resultó que el equivocado fui yo.


Continúa el niño filósofo nuevamente:
Maestra, yo me esmeré en contestar y ampliar sus preguntas,
para que usted erradique el mal entendido, y su enfoque de la vida,
pero faltan muchos detalles por tocar,
le extiendo una cordial invitación para continuar el diálogo,
piense esta semana en lo que hablamos.
Usted podría hacer una intensa y noble labor en su entorno,
hablándoles del control de la natalidad e ideas afines.
Unámonos con el propósito de conseguir éste ideal.
La esperaré la próxima semana, con sus alumnos,
y recuerde que ¡ vivir sin ideales no tiene sentido !

La maestra angustiada, desconcertada y enfurecida, recrudece su posición,
y vuelve a aseverar arremetiendo,  insistiendo y acosando,
¡ ustedes no pueden proponer el control de la natalidad como solución, !
porque estarían suprimiendo el derecho de procrear,
también estarían yendo contra la Iglesia y la Religión,
ellas establecen “aceptar los hijos que Dios envía”.
Su propuesta es pecado.  Ustedes confunden a los niños
no deben decirles esas cosas.  Los mal orientan.
Hacen que se desvíen.  Debe haber una censura para esas cosas.
Calmadamente, responde el niño filósofo con un
lenguaje dirigido específicamente a la maestra:
¡ por favor no se altere cuando hable, estimada maestra !
Las mismas razones que esgrime usted para privar a sus alumnos
de escuchar otros puntos  de vista, se revierten en su contra
para que no oigan los suyos…


Ellos vinieron aquí,  como almas apagadas y  desesperanzadas,
abrumadas por la pobreza;
 y han comenzado a revivirlas, renaciéndoles la esperanza y el porvenir.
Aquí, arden sus mentes con tormentas de ideas.
Abundan sus pensamientos, de manera sin igual.,
beneficiándose increíblemente de este despertar.
Se produce en ellos un florecimiento humano jamás experimentado.
Estas reuniones les provee  los ingredientes vitales,
necesarios para superar su devastadora pobreza.
Como en un trance, logran ver la vida distinta, después de vencerlo.
La intimidad los impulsa con energía, firmeza y frenesí,
a iniciar una nueva vida.
En el apogeo de esa intimidad, germina
el milagro de su transformación y renace el nuevo ser,
consolidándose posteriormente y adentrándose profundamente
en el  misterio del cual somos parte.
Emerge rápidamente la admiración al ser humano, al hombre, a su cuido.
Sustentado por la incipiente “pasión por saber”,
que comienza lentamente a brotar.
Se sienten atraídos, al entender lo que son,
y en que pueden convertirse.
Se inician los cambios internos, al aprender a reflexionar:
internalizan, “que su principal alimento es el intelectual”,
y su misión imperante es cuidar a la Humanidad
Surge la necesidad perentoria  de apartarse,
de la vida que llevaban y los absorbía.
Ven con terror el destino incierto que les aguardaba
al ser presas evidente de esa obcecada pobreza.


Estamos aquí, intercambiando ideas.  Hay libertad de información.
Debemos meditarlas antes y buscar la verdad.
No hagamos inútiles escenas con debatir, por debatir,
buscándole errores al prójimo, tergiversando sus ideas.
Oponiéndonos solo por llevar la contraria.
Nunca dije que suprimiremos sus derechos,
solo solicité que encausemos, enseñemos y dirijamos a esa gente,
para que tengan únicamente los hijos que puedan educar y atender.
Es el Estado, quien debe auspiciarlo e implantarlo,
imponiendo programa urgente, con verdadera voluntad política.
Sería imperdonable, usando su lógica, y mucho más pecado, procrearlos,
para luego abandonarlos, educándose como delincuente,
y posteriormente, sea la cárcel, las drogas o el cementerio, su morada final.


El niño filósofo continúa, pero suavizando su lenguaje y hablándoles a todos:
aquellos padres con 10 hijos, por ejemplo
están incapacitados para dedicarle el tiempo necesario a cada hijo
y mucho menos para educarlos con calidad
y menos aún si solo ganan un sueldo mínimo;
ésto es, en caso de estar trabajando y no ser alcohólico,
ni fumar ni tampoco tener el vicio del azar  ¡ las loterías !


Estos hijos caerían en abandono, a la deriva, sin estudio ni esperanzas.
Serían objetivos inminentes de la delincuencia, crecerían resentidos.
Muchos de ellos irían a las cárceles, otros al cementerio
y el resto continuarían el camino que le asignó la pobreza,
engrosando los cordones de miseria que rodean a las ciudades
construyendo nuevos ranchos insalubles y deprimentes
y el ciclo se repetiría interminablemente ,
tienen que entender e internalizar,
que a esos gobernantes no le conviene
que dejen de ser pobres, porque no los pueden manipular.
Los condenan a ser limosneros,
a depender de ellos para solucionar la comida del siguiente día.
Si no hubiese pobres no se podría instaurar,
ese socialismo dictatorial, porque no tendría sentido.
Por eso, ellos necesitan agudizar la pobreza 
y no resolverla, para mantenerse en el poder.
Regalan todo el dinero excedente, a los regimenes  de pobreza,
de otros países, aduciendo una solidaridad con los pueblos,
a costa del sacrificio desmedido y abandono total,
de quienes lo eligieron ¡ inconcebible traición !
así aseguran la no prosperidad de la población,
al mismo tiempo exportan esas dictaduras a esos países.


Respecto al derecho que tiene la gente a procrear,
eso es solo una grabación mental, implantada en su mente, en la infancia.
Pertenece a su dominante guión de vida.
Su lógica está formada y es únicamente consecuencia de esas grabaciones.
Ansiamos, aspiramos y repetimos en cada detalle de la vida
las modalidades de ese guión vital con todas sus manifestaciones,
y entre ellas está “tened los hijos que Dios envía”.
Pero ten la seguridad, que Dios, cualquiera que sea,
¡ No dijo tal cosa !
Eso ha sido invento del hombre y de su ignorancia
y obedece, con ilusión de autonomía, a su génesis vital.
Esa ignorancia lo condujo a crear a Dios,
adjudicándole su sentir y definiéndolo como imagen y semejanza del hombre.
Así las religiones contienen la expresión de la ignorancia de la Humanidad
de sus dudas, de su época, de sus anhelos, de su aturdimiento,
de sus confusiones, de su  corto saber, de no aceptar la muerte..
La Biblia es una gran Obra Literaria de la antigüedad,
donde se plasmó la ideosincracia de esa época….
la búsqueda de la inmortalidad,
de los hombres de aquel entonces.


Hoy si tuviéramos que escribir otra Biblia, sería distinta,
se consagraría en ella el control de la natalidad.
Sería un pecado capital procrear hijos y abandonarlos,
o no atenderlos, dejándolos a la deriva,
o reproducirse con irresponsabilidad.


Esos serían sus valores esenciales.
Estaría suspendido el rezo aturdidor, del estribillo de las oraciones.
El rezar se reemplazaría y se consagraría por ayudar y educar a los demás hijos de Dios
¡ Ese sería su principal designio !
Uno de sus mandamientos sería:
“Tened los hijos que únicamente puedas atender y educar”.
Luego entonces, es un ideal de la Humanidad
el conseguir un crecimiento planificado y equilibrado,
y eso solo se obtendría con el adecuado control de la natalidad.


Ni los padres ni el Estado podría enfrentar
esa enorme explosión de la natalidad.
Se desboronaría todo el país, sin lograr frutos,
y cada día se agravaría más.
No se podrá realizar ningún proyecto de investigación ,
ni nunca el país saldría del subdesarrollo.
Estaríamos siempre a la retaguardia del saber y del progreso
aprovechando los adelantos de los países desarrollados
y solo produciríamos productos agrícolas, manufactureros.
Seríamos, como lo estamos siendo, esclavos intelectuales.
Esclavos intelectuales de los que están a la cabeza del saber,
a la vanguardia del conocimiento.  ¡ Los países industrializados !.
Tendríamos un poder de pensamiento limitado.
Caeríamos en una desmotivación total, que nos estancaría,
subordinados a las precarias dadivas y limosnas
que nos dan los países desarrollados.
Nadie podría disentir, ni plantear inventos o empresas nuevas.


Los truenos y relámpagos sorpresivos, anuncian una incipiente tormenta, que se avecina,
y el niño filósofo dice inesperadamente:
Es tarde maestra, está anocheciendo
hay muchos niños, y deben retornar a sus hogares,
estamos lejos, emprendamos el regreso,
se acerca un ventarrón.
La invito, cuando usted pueda, a continuar…
continuar éste hermoso encuentro, donde aprendimos todos,
intercambiando ideas…  yo aprendí mucho de usted,
aprendí como enfoca usted la vida y que representa ésta para usted.
Y cuál es su causa,
usted habrá hecho lo mismo de mí
y todos los niños que observaron con mucha atención
el desarrollo  de esta interesante y provechosa reunión,
también aprendieron de nosotros y se deleitaron.
Maestra, prométame que va a serenarse,
que pensará detenidamente todo lo hablado,
que usaremos el dialogo y la armonía para comunicarnos,
y que estamos dispuestos, ambos, de aprender uno del otro,
usando siempre la lógica y el razonamiento.
Y con un gesto asertivo, moviendo la cabeza, la Maestra dijo sí,
y agregó: prométeme tú también que me explicarás muy bien,
todo esto, la próxima vez, porque no estoy de acuerdo.
Al mismo tiempo que hablaba la maestra, recibía los besos en la mejilla,
de los dos niños….
abrazaron también, a los niños asistentes.
Emprendieron el regreso, cuando comenzaba el sol a declinar.
Acompañado con el soplo acariciador del viento lluvioso de esa fresca tarde
al mismo tiempo que las aves regresaban apresuradas a sus nidos
para abrigar a sus indefensas crías.




El Yo y los Ideales
JRS

16/04/2009

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