1- NO CLAUDIQUEN AMIGOS MIOS
NO CLAUDIQUEN AMIGOS MIOS
Lenta y progresivamente,
durante el peregrinar de la vida,
van claudicando mis amigos.
Comienzan, desapercibidamente, a
detener su ejemplificante y brillante andar.
Múltiples razones esgrimen,
en verdad, los vence la pereza de pensar.
La inactividad se apodera de sus
mentes.
De la flexibilidad, pasan a transigir,
luego la resignación los absorbe,
pasando de la sumisión a la
justificación constante,
donde ambulan inquietantes y sin
cesar.
Una voz, en sus almas, grita con
desespero, resistiéndose,
otra más intensa la apaga sin
compasión.
Se impone al final, el flaquear y el
ceder,
el facilismo lucha y domina a la
exigente búsqueda.
La tendencia es cesar.
La soledad espiritual los consume sin
piedad.
La perplejidad me aturde y me silencia
momentáneamente.
¡No lo puedo admitir…!
Mis amigos se están apagando…
Se ha oscurecido su brillantez
intelectual.
Abandonados y prisioneros de si mismos
se excluyen sin explicación.
Un monólogo repetitivo se ha instalado
en sus pensamientos
Arrinconados, aplacan, mitigan o
clausuran su búsqueda
La lejanía trae consigo dolorosa
extrañeza.
Comienza el encierro con sus
disfraces.
Una vida superflua secuestra su
intelecto.
Ellos llaman “felicidad” o su nuevo
despertar
La distancia se agranda cada vez más.
Van claudicando mis amigos.
Vamos quedando menos…
A medida que el tiempo transcurre,
la comunicación con ellos merma.
una lejana añoranza late con tristeza.
Cuando se debilita y apacigua su
exitoso vivir,
la luz que irradiaba sus rostros se
debilita.
Su creación y su imaginación se han
reducido notablemente,
la llama intensa del filosofar se ha
apagado.
La pasión por saber se ha extinguido
Sus almas, ya tenues y marchitas, se
disipan lentamente.
¡Apreciados compañeros de vida!
retomen sus valores abandonados,
¡Vivir es pensar…!
¡Saber vivir, es saber pensar!
Lo más valioso que tenemos,
es esta maravillosa obra llamada
humanidad
¡Perfeccionémosla al hacerlo nosotros!
No claudiquen amigos míos
Jesús Riquelme Senra
5/4/11