247 - LOS ERRÓNEOS APRENDIZAJES DEL SER… VERSUS LA MAGIA DEL AMAR primera parte
LOS ERRÓNEOS APRENDIZAJES DEL SER…
VERSUS LA MAGIA DEL AMAR
CUENTO-ENSAYO-REFLEXION N° 120
(Primera Parte)
Un hombre, incrédulo y desconfiado,
inconcebiblemente escéptico e inseguro,
se lamentaba continuamente:
¡De todo!
y si veía que no tenía argumentos para:
¡Quejarse!
¡Lo inventaba!
Su Vida se había transformado en:
¡una bulla llorona!
y si su escasa imaginación,
no le permitía inventar…limitándolo,
entonces buscaba con mucha agilidad,
algo que le ocurrió en su
pasado,
que le permitiera traerlo a colación para iniciar:
¡la disputa!
¡o una discusión!
la exageraba, la modificaba, y le imprimía:
¡un interés que no tenía!
En caso de que de que careciera de todos los recursos,
que justificara emprender un enfrentamiento,
recurría a cualquier etapa o pasaje de la:
¡historia!
en busca de alguna injusticia o abuso,
del cual pudiera justificar,
para basarse en el:
¡de aquel entonces!
¡de esa etapa pasada de la historia!
para plantear el codiciado enfrentamiento.
Lo narra entonces, con ardor y solidarizándose con:
¡alguna de las partes que intervinieron!
¡en lo ya ocurrido, en aquella etapa de la historia!
Iniciando una acalorada discusión:
¡fuera de tiempo y de lugar!
¡sin ninguna motivación para el escucha!
lo argumentaba muy bién,
para eso, se había entrenado:
¡toda la vida!
y había desarrollado una memoria recordatoria acomodaticia hiriente,
¡debido a su erróneo aprendizaje!
Su propósito era llevar siempre lo:
¡contrario al escucha!
para prolongar indefinidamente,
lo más que se pudiera,
¡la conversación!
porque necesitaba caricias de reconocimiento,
por su hambre de:
¡tómame en cuenta!
por eso era siempre combatiente,
Todo esto era generado por su:
¡posición existencial frente a la vida!
¡yo estoy mal… tú estás bien o mal!
que exteriorizaba invertidamente:
¡yo estoy bien… ustedes están mal!
Y así lo evidenciaba al llevar siempre:
¡lo contrario de su confidente!
de esta manera lo ridiculizaba y despreciaba también.
En los seres humanos,
la personalidad,
su yo,
y su alma,
están cimentadas por:
¡grabaciones mentales imborrables!
¡indubitablemente!
por la enseñanza-aprendizaje,
a todo lo largo de su existir,
Su forma y su contenido dependió,
¡…de la probabilidad!
del fluir implacable e inexorable del tiempo,
con todos sus ingredientes.
Entonces,
La formación del ser,
es una magia,
“del cómo” y de “quienes”,
contribuyeron a formarlo,
¡es una magia azarosa del amar!
consecuencia de
enseñanza-aprendizaje
Ese hombre caminaba inquietamente,
acercándose a una montaña colmada de árboles,
un tanto entretenido por las pintorescas casitas,
diseminadas y esparcidas en sus alrededores,
con sus alegres lugareños.
Parecería que ese hombre pretendía, inconscientemente,
localizar a alguien que le
sirviera de:
¡contendor!
¡con cualquier pretexto!
para poder entretenerse con su repertorio de:
¡quejas tormentosas!
¡inaudito!
¡increíble!
Cuando le era imposible encontrar a ese personaje,
que lo acompañara en su agitado propósito,
entonces, recurría a revestirse de:
¡caritativo bondadoso!
¡concediendo dádivas!
¡o un buen consejo a los limosneros!
Una vez que conseguía su propósito, iniciaba:
¡cualquier variante quejosa!
¡lamentándose!
¡acomodaticia a ese instante!
¡que justificara llamar la atención!
¡con él tómame en cuenta!
¡así estructuraba su tiempo!
¡así la vida lo había labrado y moldeado!
¡con la enseñanza y el aprendizaje!
¡el no advertía lo que le ocurría!
¡lo había aprendido de esa manera!
¡Durante su vivir!
Todos los humanos,
son obras integrales de la:
enseñanza-aprendizaje,
aunque lo confundan con:
¡la personalidad, el yo, o el alma!
El ser quejoso y eterno lamentador…
había, muy hábilmente, recopilado,
durante su existencia:
¡un gran repertorio!
¡de sagaces estrategias!
¡para llamar la atención!
para dar inicio a su atolondrada manía,
¡un dialogo conmovedor!
¡promovido por su guion de vida!
¡sin percatarse de ello!
Pero ese nublado día, muy fresco,
apareció ante su vista una linda
mujer,
que también lentamente caminaba,
poseía una brillante y radiante mirada,
¡apacible, con una inusitada alegría!
resplandeciente, irradiando un atractivo en su:
¡armonioso andar!
Mientras la observaba muy atentamente, se sentó a descansar,
sobre una de las piedras,
del despeñadero de la montaña,
un gigantesco peñón,
¡en forma de silla!
este peñón, le llamó la atención,
y a un lugareño cercano le dijo:
¡criticando!
¡que curiosa piedra en forma de silla!
¡alguien la talló sin preguntar!
¡está dañando el ambiente!
¡la naturaleza!
¡la está alterando!
¡hay que regañarlo!
En este momento aparece un:
¡gran brillo!
¡muy hermoso y llamativo!
¡que iluminó toda el área!
aparecieron una gran cantidad de muebles,
y sillas para jardines y parques,
¡decorado y adornado se transformó el área!
¡en un increíble escenario!
Sorprendido y maravillado quedó ese hombre,
con todo lo que apareció repentinamente,
una fresca brisa, muy agradable, soplaba su rostro,
que en risueño rápidamente se convirtió.
Al ir aclarándose y al ir disminuyendo,
de intensidad el encandilamiento,
empezó a resaltar el rostro de:
¡la hermosa y bella mujer!
¡muy llamativa!
¡deslumbrante!
¡impresionante!
¡que sonreía agraciadamente!
¡como un ensueño!
¡jamás visto por algún ser!
Maravillado y sorprendido permaneció el hombre,
al ver y comprobar que la bella mujer,
hablaba sin pronunciar las palabras,
¡como algo sobrehumano!
¡sobrenatural!
unido a ese encuentro, que no terminaba de sorprenderlo,
se oyó la voz del hombre que decía:
¿quién eres tú, excelente mujer?
¿de dónde saliste?
la respuesta no se hizo esperar,
y se escuchó sin que la hermosa mujer:
¡pronunciara palabra alguna!
así:
¡yo soy, lo que todo el mundo quiere buscar!
¡pero solo me quieren tener,
unos instantes nada más!
¡después de disfrutarme, me desechan!
¡se quedan con el juguete que yo produzco y se olvidan de mí!
El hombre apresuradamente, muy precipitado,
con una vertiginosa celeridad responde…
¡eso no puede ser!
¡yo nunca te despreciaría!
¡ni tampoco te apartaría!
¡ni menos aún me olvidaría de ti!
¡jamás!
la respuesta continuo escuchándose,
sin que la impactante mujer hable,
y se volvió a oir la voz…
¡no digas eso, que no es verdad!
¡varias veces me has tenido y me has desechado!
¡con mucha rapidez y velocidad!
¡instantáneamente!
me cambiabas por cualquier cosa:
¡que no sabías como entender!
¡mucho menos agraciada que yo!
¡para mí era muy fea y dañina!
¡y te convertías para la humanidad,
en un humillante personaje!
¡no sabías como conducirte!
me has preocupado con este malestar,
¡que tú mismo te causaste!
teniéndome a mí, a tu lado, incondicionalmente,
¡he llorado inmensamente!
todo el resto de los años de tu vivir,
por la soledad y el desprecio que me produjiste.
El hombre cada vez más perplejo,
inquieto, escalofriante, y muy alarmado,
se precipita con extremada ligereza a responder,
confundido por esas palabras, que agitaba la brisa,
¡sin saber de dónde venían!
y nerviosamente dice:
¡jamás yo te he tenido!
¡nunca!
¡ni te conocí antes!
¡En ningún momento haría semejante atrocidad!
¡tú posees, lo que cualquiera de nosotros busca!
¡y buscaría toda la vida!
¡yo te haría inmensamente feliz!
con una armonía silenciosa,
¡calmadamente!
surgió nuevamente la voz,
entonando una melodía, que al señor:
¡al alma le llega!
sin saber todavía de dónde provenía,
y se oyó:
no pretendo contradecirte,
porque carecería de sentido,
tampoco te llevaré la contraria en lo que dices:
porque esa fue la causa de tu:
¡aturdido vivir!
¡por eso no has sabido vivir!
¡no importa, que no recuerdes nada ahora…!
Muchas veces, poquito a poco, has sido feliz,
durante brevísimos momentos…
te has alegrado con mi obra,
y de repente, casi inmediatamente,
me cambiabas por ese aturdimiento ensordecedor que tienes,
riñendo contigo mismo, sin cesar,
dentro de tu cabeza, hablando regañando,
imaginándote, ese diálogo de enfrentamiento,
con ficticios personajes,
así lo ensayas y luego lo repites,
con los personajes reales,
de tu vivir cotidiano,
con todos aquellos con los cuales entables un diálogo,
no importando la naturaleza de la conversación:
¡solo te interesa!
¡dar riendas sueltas a tu aturdido proceder!
afectado y preso,
de ese nocivo aprendizaje,
proveniente de tu posición existencial,
¡yo estoy mal, tu estas bien o mal!
y así has venido viviendo toda tu existencia.
¡me cambiabas a cada instante,
por ese tipo de locura
asfixiante!
¡por esa manía de pelear contigo mismo,
dentro de tu mente!
y con los demás…
Recuerda, que la mayoría de tus:
conquistas amorosas,
que lograste tener…
…fue por mi…
y después que la obtuviste,
la desesperabas, quejándote a cada momento…
a una queja, le seguía otra…y otra más…
¡interminables quejas!
¡y arruinabas el amar!
Solo has disfrutado insignificantes momentos,
¡de alegría y felicidad!
¡muy pequeños!
¡ínfimos y mediocres!
¡reducidísimos!
No es conveniente ahora,
continuar reproduciendo esos momentos,
¡desestimables!
cargados de una incalculable y gigantesca torpeza,
¡de tu auto presidio vital!
dejándolo de vivir como un ser humano:
¡con colosales virtudes como son las tuyas!
¡exorbitantes cualidades!
¡dueño de esta casita!
¡La Tierra!
El Ser humano acorralado con la extrañeza,
de no comprender lo que estaba pasando…
pero maravillado y asombrado a la vez,
¡extasiado!
dice:
¡necesito saber que, esto no es un sueño!
¿quién eres tú?
¿por qué sabes tanto de mí?
¡me estas volviendo loco!
¡no sé si estoy dormido!
¡o esto es una alucinación!
¡Muy lenta y pausadamente, la voz!
¡se difunde por todos los sitios, otra vez!
el hombre precisa, con mucha observación,
percatándose que la voz no la emitió,
¡la genial y guapa mujer!
y dice de inmediato:
¡pero tú no eres quien habla!
¿eres muda?
¿de dónde salen esas palabras?
¿quién es, el que me describe?
¡esto me está produciendo miedo!
¿eres el Diablo vestido de una hermosa mujer?
¿me vas a llevar?
y comienza a afligirse aceleradamente,
mostrando una pronunciada incomodidad,
que no puede disimular,
lo invade el pánico,
y un agitado desasosiego.
Brotó , otra vez, la emocionante voz,
como un canto a la humanidad,
conteniendo ternura y esperanza:
¡he estado dentro de ti innumerables veces!
¡muchos momentos de tu vida, te los produje yo!
¡pero no los has sabido sostener!
¡tú guión de vida, se ha impuesto siempre!
¡cuando comienzas con ese estribillo aturdidor,
de llevar siempre la contraria!
¡por eso, tenía que desaparecer de inmediato!
Vamos a recesar unos días,
hasta que te serenes, calmes y
logres
¡eliminar el pánico que tienes!
¡yo no te voy a llevar!
¡no te aflijas!
¡no te causaré daño!
¡permaneceré, mientras tanto, dentro de
ti!
¡hasta luego!
Continua en: LOS ERRÓNEOS APRENDIZAJES DEL SER… VERSUS LA MAGIA DEL AMAR CUENTO-ENSAYO-REFLEXION N° 121 (Segunda parte) |
LOS ERRÓNEOS APRENDIZAJES DEL SER… VERSUS LA MAGIA DEL AMAR CUENTO-ENSAYO-REFLEXION N° 120 (Primera Parte) 15-10-2023 Jesus Riquelme Senra jesusriquelmesenra@gmail.com |
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