253 - Dinámica del Pensamiento primer parte
Dinámica del Pensamiento
Primera Parte
Ensayo, numero 130
Como una inexplicable magia
aparece en los seres humanos
¡la dinámica del pensamiento!
con la impactante y asombrosa
¡conciencia de sí mismo!
¡más sorprendente e inconcebible aún!
Produciéndole al ser la sensación
de la ilusión
¡de autonomía!
que va acompañada de la
anhelada pero ficticia percepción,
¡de la espontaneidad!
Todas están mezcladas y
fundidas con la idea
delirante y seductora, engañosa
y encandiladora creencia
¡de la autenticidad humana!
Cosa que lo conduce, sin
advertirlo,
a suponer y considerarse que
también está dotado,
¡de una poderosa magia divina!,
¡dueña absoluta de ese algo espectacular,
abstracto e intangible llamado alma!
Ese ficticio, errado y vago
concepto del alma
ha engreído y envanecido
¡al ser humano!
que, ufano y presumido, se
torna jactancioso,
convencido vanidosamente ser
poseedor
de la imaginación y de
la creatividad,
amo y dueño de la eternidad,
¡de la inmortalidad!
Teniendo así asegurado el goce,
de una vida celestial en
el más allá…
con el disfrute de la perpetua
felicidad,
deformadamente concebida.
Convencido y alucinado con esta
imaginación y ensoñación,
ha quedado estancado en el
tiempo…
limitado de poder reflexionar,
recapacitar y convencerse,
¡de que todo es una utopía, fantasiosa e
inalcanzable!
que lo absorbe y lo afecta
desapercibidamente,
¡inexplicablemente!
¡en lo más profundo de su ser!,
¡en lo más hondo y desconocido de su
¡abstracto yo!,
en lo más recóndito de su alma,
en lo más oculto y secreto de su
mundo interno.
Absorbido por el misterioso
tiempo,
impalpable, rígido y estricto,
domiciliado dentro de la mente
humana,
¡etéreo, poderoso, sublime, insigne…!
difícil de entender… como un
secreto vital…
en forma de pasado, presente
y futuro.
Estas tres formas del tiempo
abren la mente y sacuden al
humano
haciéndolo comprender
que si los seres humanos
no tuvieran en su mente grabado
el concepto abstracto,
complejo, genérico e idealizado,
del sublime, virtuoso y poderoso
¡pasado!
¡no existiría la humanidad!
El pasado le da y le
concede cualidades impresionantes al ser….
Si el humano carecería de pasado,
tampoco tendría noción del
presente.
Su presente solo sería
una brevedad,
¡un instante nada más!
y desaparecería fugazmente,
¡instantáneamente!
solo por ser perecedero, corto
y momentáneo.
No se podría grabar ninguna
vivencia
porque no existiría ese pasado,
ningún suceso evento o
acontecimiento
porque no existiría ese archivo
del pasado,
la vida solo se resumiría en
un
¡parpadeo de ojos!
¡únicamente de solo presentes!,
¡como un relámpago sin el trueno que le sigue!
Tampoco el humano tendría futuro
porque no existe el pasado,
donde la imaginación y
la creatividad unidas
originarían a la inventiva…
conjuntamente con el soñar…
por medio de las asociaciones
de ideas
que conectan sorprendentemente
el presente con el pasado
para fabricar el futuro
y posteriormente grabar ese futuro
dentro del pasado,
¡como los gloriosos y esperanzadores días por venir!
De esta manera, el anhelado futuro
nace
al contrastar las nuevas
percepciones del presente
contra el pasado para
producir el futuro…
invocando grabaciones
existentes en el pasado,
¡produciendo los recuerdos!
Entonces, si no existe el pasado,
tampoco existiría el futuro,
no se podría soñar nada
¡absolutamente nada!,
¡porque el sueño nace desde el pasado!,
¡quien aporta todos sus ingredientes!
¡no tendríamos esperanza, ilusiones y fantasías!,
¡careceríamos de ganas de vivir!
Tampoco existiría la imaginación
y la creatividad…
ni la inventiva…
porque ellas nacen
de las nuevas enseñanzas
contrastadas con
¡todo lo almacenado en la mente!,
¡almacenados en el pasado!
El ser humano sería un eterno
presente
¡sin memoria!
nunca recordaría nada
ni reconocería a nadie ni a nada.
No habría progreso,
no podría aprender nada,
¡absolutamente nada!,
porque su mente carecería del pasado…
¡estaría siempre en blanco!
El aprendizaje es un eterno recordar,
contrastándose instantáneamente
¡contra el pasado!
Un humano sería
un cúmulo de materia palpitante
eternamente quieta, inerte
intelectualmente
como una cámara de fotografiar
¡solamente a los presentes!
No podría hilvanar ni
concatenar ideas,
solo tendría puras precepciones
del presente
y solamente durante una
brevedad.
Carecería de la conciencia de que vive…
y de la conciencia de sí mismo.
Concluimos inmediatamente,
que si no existiría el pasado,
cuando ocurre una percepción de
un presente,
¡Probabilístico!
el ser inevitablemente
no podría asociar nada
porque no tendría dónde
buscarlo ni dónde archivarlo
tampoco podría recordar nada,
de ninguno de los presentes ya vividos,
ellos no se grabarían nunca
porque se esfumarían de
inmediato,
en fracciones de segundos
después de surgir.
Sería como un relámpago
sin el estallido estrepitoso
del ruidoso trueno que
le sigue
¡bullicioso y ensordecedor!
Sería un ser
completamente solo en su vivir
no tendría amigos ni
familiares
porque no podría nunca recordarlos…
ni mucho menos identificarlos.
Sería como un caracolito
que se arrastra por arena de la
playa
¡sin tener conciencia de que vive!
Quedaría impedido de mezclar y
recombinar
ideas, situaciones pasadas,
cualquier vivencia…
porque no hubo ninguna
posibilidad
de haber sido grabadas en el pasado
y nunca fluirán a sus sentidos
como recuerdos.
La dinámica del pensamiento concluye, y establece que:
no podría haber nunca enseñanza
y aprendizaje
porque la enseñanza y el
aprendizaje
son producto de un presente
contrastado con el pasado.
¡Nunca progresaría la humanidad...!,
¡nunca existiría el saber, el razonar, el pensar…!,
¡tampoco podría amar!
¡ni tener la conciencia en sí mismo!
tampoco existirían
¡la asociación de ideas!
que es la eterna mensajera entre el presente
y el pasado…
El ser no tendría memoria nunca…,
no habría ilusiones…
ni sueños ni esperanzas…
Nunca se podría concebir el futuro…
ni las alegrías, ni las tristezas,
ni las emociones, ni las sensaciones.
¡no sentiría!
En ese ser no existiría “el guion de
vida”
que le señale el camino por dónde debería
transitar.
El ser no sabría nunca que vive,
tampoco podría tomar decisiones.
Continua
en: Dinámica del Pensamiento Segunda Parte Ensayo, numero 131 Dinámica del Pensamiento Primera Parte Ensayo, numero 130 19-02-2024 Jesus Riquelme Senra jesusriquelmesenra@gmail.com
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