78-EL ASCENSO DEL HOMBRE

EL ASCENSO DEL HOMBRE

Allá entonces, cuando el ancestro más remoto del hombre,

era solo vida primitiva…

Allá entonces, cuando comenzó a caminar erguido…

…cuando transitaban escabrosas travesías, donde fueron quedando atrás,

los fósiles de sus parientes, como única reliquia existente…

¡Casi milagrosamente el hombre logró sobrevivir!,

emprendiendo, aún con precarias condiciones, un tanto aletargado,

¡EL ASCENSO DEL HOMBRE!,

para ubicarse como un ser supremo, entre los demás seres vivos.

En su incipiente etapa, luchó desesperadamente contra la adversidad,

refugiándose en grutas, enfrentándose a los depredadores,

con grandes esfuerzos y frente a obstáculos,

por rutas accidentadas e inhóspitas, colmadas de peligros,

encarando a las inclemencias del tiempo,

que amenazaban con su extinción para siempre,

donde la interacción con su medio, el tiempo y la naturaleza

fueron borrando el rastro de sus huellas evolutivas,

y las de sus parientes extintos.

¡Al final logró la supervivencia de su especie!

de las condiciones más severas de la tierra.

Todavía sumido en su prolongado sueño prehistórico,

acorralado en sus intrincadas cuevas,

pero privilegiado por el “Don de la palabra y el razonamiento”,

aprendió a comunicarse, escuchando con atención,

para ir corrigiendo y enderezando su actuar,

rectificando sus equivocaciones y eliminando sus zonas erróneas,

“de pasito en pasito”, lentamente, casi inadvertido,

con constancia, perseverancia, dedicación y pasión por saber…

¡Para ahora estar aquí!

Hoy es un animalito, que se le ha escapado a la naturaleza

para comenzar a crear él, naturaleza.

Desconcertado y aturdido por ignorar su origen,

y por no comprender el significado de lo que veía,

le inventó a esa naturaleza, diversos dioses, a través del tiempo;

al principio eran objetos o ficciones,

luego esto no le satisfizo,

y los esculpió a imagen y semejanza de él,

dotándolos con atributos inalcanzables a cada uno de ellos,

pero cuando lograba rebasarlos,

“por otro” los sustituía, con nuevas y ambicionadas propiedades.

Hoy ha retado al Dios de turno en su omnipotencia…

y así la historia contará, paradójicamente que:

Dios con un pedazo de barro y su omnipotencia,

logró hacer a su primer hombre colmado de defectos…

…y el hombre, también, con un pedazo de barro y su inferioridad

hizo así su primer Dios, dotado de perfecciones;

dioses que fue destruyendo sin piedad,

a medida que lograba alcanzarlos,

llenando así la historia,

con historias de Dioses muertos,

abarrotados de absurdos y contradicciones;

hoy está buscándose a sí mismo…

Así en la postrimería de la era de los Dioses,

y al inicio de la era del hombre…

El hombre ha empezado a modelar y modificar a la naturaleza,

cambiando sus detalles, corrigiendo sus imperfecciones.

¡Sólo creerá en sí mismo!

Buscará, justificará y creará

¡su porqué!

¡su para qué!

¡Entenderá porque ese barro impregnado de vida quedó!,

y porque su vida impregnada de curiosidad, imaginación e innovación quedó.

¡porqué esa vida se renueva a sí mismo?,

porqué esa vida llamada Hombre, se le escapó a la naturaleza,

para crear él su propia naturaleza.

Entenderá y admitirá que solo está hecho de polvo cósmico…

…y nada más…

polvo cósmico aglutinado ingeniosamente en infinidad de esferitas,

y esas esferitas están aglomeradas también, mágicamente,

formando ese detalle “llamado vida”,

vida que tiene que cuidarla, protegerla, conservarla y perfeccionarla,

para que continúe el camino Ascenso del Hombre.

¡Sin límites ni impedimentos!

no se confundirá , ni permitirá que los demás se confundan,

no se aturdirá ni permitirá que los demás se aturdan.

¡Evitará desviar su camino!

erradicando las raíces de bestia que aún arrastra,

como una pesada carga de vestigios de distintos conceptos e ideas

sin vigencia, fuera del tiempo, fuera de lugar y fuera de escenario…

Ese animalito que se escapó…

…revertirá su destino fatal asignado por la naturaleza,

evitando retornar al polvo cósmico inicial,

para emprender otro rumbo deslumbrante e impresionante,

¡creado por sí mismo!

se dotará del ambicionado concepto de inmortalidad,

perfeccionando su especie y la de los demás seres vivos.

Mudará su tan querido Yo de cuerpo en cuerpo…

…o copiando su contenido mental.

¡Dominará al tiempo y al espacio!

descifrará sus enigmáticas dimensiones.

Desentrañará la materia y la energía,

inalcanzable e inexplicable por su incertidumbre.

¡Se esparcirá por los confines del universo!

Creará y encenderá estrellas o las apagará su necesidad.

Conseguirá la velocidad que se proponga.

Eliminará las barreras que limitan su ascenso.

La humanidad será para siempre,

el nuevo Dios que lo guiará,

sin rivales ni castigos,

sin discriminaciones ni desaciertos,

sin pruebas, tanteos ni contradicciones,

¡sin ambigüedad ni titubeos!

La sabiduría y el amor serán sus fundamentos primordiales.

La armonía y la justicia serán sus principales cualidades.

La equidad y la búsqueda de la perfección serán sus metas esenciales.

La alegría y el entusiasmo, eternamente permanecerán en él.

Ideales y esperanzas entonarán su futuro caminar.

Se sintetizará en una esencia perfecta,

¡formando uno solo!

¡La Humanidad!

…El nuevo Dios que comienza a nacer,

con el Ascenso del Hombre…

El Ascenso del Hombre

Jesús Riquelme Senra

                                                                                                          Febrero 2004