209 - EL EXTRATERRESTRE CUENTO NUMERO 36 PRIMERA PARTE
EL
EXTRATERRESTRE
CUENTO NUMERO 36
PRIMERA PARTE
Una motita de energía,
pequeñísima e
insignificante,
luminosa y
muy brillante,
¡deslumbrante!
iba
alumbrando todas las regiones,
por donde
pasaba.
Se desplazaba
a enormes velocidades,
danzando por
su interminable jardín cósmico,
¡rebosante de alegría...!
repentinamente
detuvo su matinal diversión,
dentro de su
incesante andar.
Algo
sorprendente y extraño,
le llamó la
atención…
era una
extraña y hermosa esfera grande,
azul celeste
y brillante…
que flotaba
en espacio,
girando muy
lentamente,
en un rinconcito
muy apartado y remoto,
dentro de su inconmensurable
parque cósmico.
Decidió
detenerse a contemplarla,
y al
acercarse, para averiguar,
con mucha
cautela,
percibió que
la habitaban unos,
¡curiosos animalitos!
en forma de
terroncitos de materias,
cada
animalito se esforzaba tremendamente,
cargando,
permanentemente, su casita,
¡para todas las partes donde iba!
su vida
consistía,
en cuidar con
mucho esmero a esa:
¡amorosa casita!
de esos
curiosos animalitos,
que dentro de
ella, siempre permanecían,
¡preso y encarcelado!
¡toda su vida!
la comparó
con los caracolitos del mar,
que para todas
partes llevan su:
¡casita calcárea!
¡…siempre la cargan a cuestas…!
También la
comparó, con las tortugas,
que, durante
toda su existencia,
viven prisioneras
dentro de su único hogar.
Ese curioso animalito, estaba impedido
también,
de zafarse de
su casita…
se encontraba
vitalmente dependiente,
vinculado y
prisionero dentro de ella,
¡permanente e inseparablemente!
Todos esos, curiosos animalitos,
llamaban a
esa casita,
¡el
cuerpo!
¡mi cuerpo!
Cuando la
casita se dañaba o se enfermaba,
rápidamente,
con mucha premura y ahincó,
¡la reparaban!
Palidecía y
temblaban,
cuando el
daño era grave e irreparable,
por qué
corría el riesgo de que se le:
¡desboronara su única y vital casita!
¡y los dos, dejarían de existir!
Esa motica de energía,
decidió aproximarse,
merodeando
pausadamente,
para
averiguar y escudriñar más,
¡a esos curiosos animalitos!
¡a esos llamativos Seres vivientes!
Se fue
acercando y arrimándose muy lentamente,
tratando,
cautelosamente…
de avecinarse
junto a ellos.
al
encontrarse a su lado, sorprendentementé le preguntó,
a uno de esos animalitos,
¿todavía no has podido desprenderse de tu casita?
¿por qué tienes que cargarla para todas partes…?
¡consumes toda tu energía, llevándola para donde
vayas…!
¡nunca te sobrará, tiempo para vivir, pensar y
compartir…!
¡todo el tiempo lo dedicas a cuidarla…!
¡para que no se enferme!
¡teniendo siempre que alimentarla, a todo instante!
Continua la motita de energía hablando…
tú vives,
exclusivamente para protegerla…
¡eternamente!
sí se
extinguiera la casita…
¡desaparecerían los dos!
¡…y todavía no te conoces a ti mismo!
¡no sabes nada de ti!
Tu vivir y tu
sentir,
solo es,
“el vivir y el sentir de esa casita”
de ese
cuerpecito,
que siempre lo cargas a cuesta.
únicamente te
conformas y resignas,
que esa
casita se encuentre siempre bien,
¡tú vives solo para cuidarla!
¡no vives!
¡estás aturdido y vendado!
dedicas todo
tu existir prioritariamente,
en el culto
de cuidar,
a ese terroncito de materia,
todo es una
gran pirámide de ficciones,
¡un aturdimiento!
¡es insólito!
El curioso animalito, asombrado y
perplejo,
atónito y sin
entender nada,
de lo
expuesto por la motita de energía,
un tanto
atemorizada, respondió,
¿quién eres tú, que no te veo?
¡dejate ver!
¡no tienes forma!
¡solo eres pura luz y sonido!
Después de un
breve silencio,
el llamativo animalito,
reinicia sus
temblorosas palabras,
repitiendo
nuevamente:
¡tú solo eres sonido y luz!
careces de
cuerpo,
y no sabes
nada de nosotros…
…temblando de
miedo…
La motita de energía,
lo aconsejó y
calmó,
¡no tengas miedo, le dijo!
no te voy a
hacer daño…se escuchó
ese
cuerpecito te consume…
¡toda tu existencia!
Estoy
apreciando,
en este
momento,
que te
encuentras muy impactado,
¡alterado y
miedoso!
…descansemos
unos minutos cósmicos…
me iré, y
regresaré en unos instantes,
mientras
tanto descansa y tranquilizate,
cuando
regrese, continuaremos nuestro intercambio de ideas,
te anunció,
que tu condición:
¡de vida terrestre te limita!
tendrás que
hacer un enorme esfuerzo,
amplio y
extenso,
para
abandonar:
¡la condición
vital de ese terrón de materia donde vives!
que te ata
terriblemente,
o también,
podría ser,
que con el
tiempo lograrás,
hacer una transformación profunda…
para liberarte de esa escoria,
que llevas encima,
eso lo
hablaremos después,
regresaré en
unos minutos cósmicos.
Comentarios
Publicar un comentario