72- LA CANCIÓN DE LA NATURALEZA
LA CANCION DE LA NATURALEZA
Hace mucho tiempo…. muchísimo tiempo,
cuando La Naturaleza
era niña,
cuando en sus primeras caminatas,
a la escuela asistía;
su Maestro y para la casa,
una tarea le asignó.
Fue su primera tarea,
fue su primera composición.
Ese día, La Naturaleza,
usando su abecedario infantil,
como su primer juguete,
que su primer Maestro le
obsequió,
y solo con cuatro letras,
su primera tarea realizó,
su primera composición creó
¡atrevida como una travesura!
Fueron solo cuatro letras,
con las cuales ella jugaba,
solo cuatro letras…
…cuatro prodigiosas letras con las
que escribía,
su primera tarea,
su primera composición,
su primera canción de Vida.
Y de esa primera canción de Vida,
El Hombre se le escapó,
porque para entretenerlo,
con misterios y leyes lo entremezcló
y con una prodigiosa mente lo dotó.
Fue su primera travesura,
fue una valiosa composición.
Ambos se asombraron,
uno del otro;
La Naturaleza con su
juguete travieso cautivada quedó,
y el juguete travieso, de La
Naturaleza se maravilló.
Juntos los dos, entonaron la melodía
de La Vida,
como una brillante canción,
cantada por todos… y todos los días.
Fue una ingeniosa travesura,
fue una hermosa canción,
fue un canto alegórico,
que cada vez más se perfeccionó.
Ella nunca se imaginó
que su primera travesura,
que su primera canción,
alcanzara tanta repercusión,
“en su tierna escuela”,
“a su primer Maestro”
“y en todo su alrededor”;
¡hasta en el gran cielo azul resonó!,
y cuanto más se cantaba,
más se perfeccionaba…
… y así por todos los confines
del universo se difundió.
Fue una canción de Vida y Alegría,
fue una canción de bondad y de Amor;
fue una canción de sabiduría y curiosidad,
de cuando La Naturaleza a la
escuela iba,
en su tierna infancia,
con su primera tarea,
con su primer regalo,
y con solo cuatro letras
del abecedario infantil,
que su primer Maestro le
regaló,
esa Naturaleza compuso su brillante canción,
y con ella, La Vida escrita quedó,
y de ella, ese hombre que se le escapó,
en su obra maestra se convirtió.
Hoy, hace poco tiempo… poquísimo tiempo,
que ese prófugo o
fugitivo,
también está haciendo sus primeras travesuras,
en su tierna infancia,
en sus primeras caminatas,
como si fuera su primera tarea.
Y usando esas mismas cuatro letras,
ha comenzado a hacer su primera canción.
Jesús Riquelme Senra
La Canción de la Naturaleza
1.995