128 - LA REVISION (PRIMERA PARTE)
La Revisión
(Primera Parte)
Reflexión No. 31
¡A mitad de la Vida!
afectados
y desconcertados por el rigor y lo inhumano
¡del fluir del tiempo!
con
todas sus consecuencias inesperadas para el indefenso Yo,
azorados
y confundidos por quedar alelados por su incompresión,
los
seres humanos se enfrentan y presencian:
¡como van cayendo los telones de su vida!
Telones
de los distintos periodos vitales de su existir,
unos
descienden y otros se levanta, abriendo nuevos capítulos y episodios,
y
cada uno de ellos trae otro Aquí Ahora,
también insospechado…
¡jamás pensado, imprevisto y repentino,
súbito y casual!
Hasta
que en algunos de esos telones que caen
y se elevan,
surge
la necesidad progresiva de detenerse a realizar:
¡la Revisión de su Vida!
que
a veces es interpretada por los humanos
como:
¡El Renacer!
¡El encontrarse a sí mismo!
Se
inicia muy silenciosamente su evaluación Vital,
¡de todo su recorrido existencial!
allí
están todas las vivencias claramente recordables,
¡las conscientes!
como
también se encuentran inconscientes, no evocables…
¡las olvidadas completamente!
¡aquellas que por higiene mental fueron
enterradas!
El
Guión de Vida se encarga de exteriorizarlas,
¡después de muchos intentos!
rebuscando
todas las acreencias infantiles prometidas…
¡de los años pasados… extintas!
que
aparecen en esa mitad de la Vida:
¡como una deuda pendiente!
allí
están los sueños, anhelos, esperanzas e ideales
El
Ser se resigna por aquellas que no puede resucitarlas,
o
ya están fuera de lugar y tiempo…
¡de épocas pasadas!
Ese
tiempo con todo su contenido y circunstancia,
¡solo permite tenerlo una vez!
¡solo vivirlo un instante!
¡no permite vivirlo otra vez!
¡para archivarlo de inmediato en el
recuerdo!
¡con dolor y sufrimiento!
Interviene
la añoranza y la melancolía para invocarlas,
haciendo
un esfuerzo para intentar revivirlas,
¡aunque sea solo un destello a destiempo!
pero
rápidamente claudican o se extinguen,
al
apreciar que carecen de vigencia…
¡… y la madurez se encarga de asimilarlo!
La
nostalgia hace su trabajo al ansiar con ahínco:
¡esos tiempos!
¡para volverlos a vivir!
pero
la renuncia y la sumisión se imponen,
¡el tiempo los controla métricamente!
¡inclementemente!
¡la tristeza cubre con un manto la fax de
su rostro!
Ahí
el Ser con su Yo desubicado y desconcertado,
¡cae en crisis temporal!
¡por pretender vivir el allá entonces!
¡El Ayer!
¡Y no el Aquí Ahora!
Es
ese “Ayer”, que clama desesperado,
¡volver a vivir aquellos tiempos!
¡y cobrar a su manera los errores!
¡de las imaginaciones y ensueños no
vividos!
o
aquellos vividos intensamente, imborrables…
¡que el recuerdo, ansía, intenta y exige
volverlos a vivir!
El
Ser cae en aprietos y dificultades,
¡pasa por peligrosos trances!
crisis
que a veces lo conduce a enfrentar grandes males,
se
estanca en absurdos reciclajes y estribillos…
¡de situaciones ya vividas!
como
si se tratara o quisiera revivirlas aceleradas y aturdidamente,
en
muchos casos el Ser se pierde en
esos
¡interminables laberintos sentimentales!
La
confusión produce un vivir intermitente,
¡entre varios anhelos encontrados!
originados
por no haber entendido la Vida…
¡tal como está hecha!
¡al no saber vivir en el Aquí Ahora!
Su
“yo”, cumulo de recuerdos, de ayeres efervescentes,
que
están grabados fuertemente en su mente,
lo
incitan y se inician múltiples enfrentamientos internos:
¡de lo que hubiera sido preferible!
¡de lo que hubiera sido posible!
¡si hubiera vivido lo que no vivió!
¡pero ya es tarde!
¡el tiempo pasó!
¡hoy es otro tiempo, otro lugar!
¡y debe ubicarse en el Aquí Ahora!
¡en el Presente!
¡porque sino no sabe Vivir!
La
Revisión continua, en ocasiones la detiene el Lógico Pensar,
y
logra que el Ser entienda que ya
Nada puede hacerse…
¡debe vivir el nuevo Aquí Ahora!
¡de su época actual… del Presente!
¡de su tiempo!
Lo
que no vivió, ni disfrutó, lo perdió…
no
puede vivirlo ahora, porque el tiempo lo archivó en el Ayer,
¡y de allí no lo puede sacar nadie!
¡podrá vivir otras situaciones parecidas!
¡pero nunca lo que dejó de vivir!
¡para esto no existe alcancía!
No
se pueden ahorrar aspiraciones, deseos, imaginaciones,
emociones
y pasiones palpitantes estremecedoras,
¡no se pueden ahorrar excitaciones!
¡no vividas!
¡aspirando guardarlas para otra época!
¡podrás vivir la nueva época de ese mañana!
¡pero con las condiciones de ese mañana!
¡pero nunca lo que dejó de vivir!
¡el recuerdo lo castiga con frustración y
depresión!
Prosigue
la Revisión, minuciosa y detallada
de
cada aspecto de su vida, desmenuzando los por menores.
escudriñando cada detalle
en su más mínimo rincón…
El
gran deseo de liberarse y recuperar el tiempo perdido,
activa
e impulsa una nueva época
¡un nuevo telón del teatro se levanta!
¡con un escenario nuevo!
¡El Ser presencia nuevos acontecimientos
¡una nueva vida!
¡Saber vivir intensamente el Presente!
Surge
el “Renacer de la Vida” en el Aquí Ahora presente
que
debe aprovecharse integralmente, sin que nada lo perturbe,
comienza
a ver, observar y apreciar el Nuevo mundo externo,
¡que ignoró toda la vida!
¡tal como es!
¡Se Reviven las alegrías!
¡los nuevos sueños!
¡percibe el palpitar de la Vida!
¡la revisión logra renacer “al Vivir!
¡la sonrisa retorna a sus labios!
¡su mirada recobra su brillantez!
¡la Revisión resucita al Amar!
¡las ganas de vivir se apodera de su yo!
¡La revisión liberó al encarcelado Ser!
¡que comienza su nuevo andar!
¡en el Aquí Ahora!
¡en el Presente!
La Revisión
Primera
parte
reflexión
No. 31
Jesús
Riquelme Senra
12/12/2018